90-MEDITAR

ALGO QUE TAMBIEN AYUDA

Javier Sanmartín Soler

Tal vez te pueda resultar extraño el tema de meditar, pero toda persona que ha corrido durante algún tiempo de manera habitual lo más normal es que en algún momento lo haya podido experimentar. Las siguientes pautas te pueden resultar familiares y no tan desconocidas, aunque no supieras lo que realmente el cuerpo experimentaba. Los beneficios que otorga la meditación son:

  • Aumenta la concentración.

  • Aporta claridad mental.

  • Ordena la mente.

  • Calma los nervios y la ansiedad.

  • Fomenta la creatividad.

  • Se profundiza la relación con uno mismo.

  • Se equilibra el carácter.

  • Los sentidos se agudizan.

  • La mente se vuelve más rápida.

Los budistas denominan “mente de mono” a las reflexiones aleatorias y los pensamientos incontrolados que se producen en la cabeza, como puede suceder en el caso de los corredores durante el paso de los kilómetros. "¿Qué como hoy?, ¡Me duele el pie!, Tengo sueño, ¡Mira que coche!, ¿Qué hora será?"...

En ocasiones nos resulta difícil callar nuestros pensamientos para encontrar la concentración. Por eso la práctica de la meditación mientras estamos realizando ejercicio físico como puede ser la carrera a pie, puede mejorarla. así como La meditación relaja el cuerpo reduciendo el estrés que podamos tener y nos permite concentrarnos mejor en la tarea que queramos realizar.

No existe un patrón determinado para meditar, cada persona lo puede conseguir de diferente manera y lo que resulta efectivo para uno quizás no lo sea para otro. Lo que está claro es que para conseguirla el cuerpo, la mente y la conciencia tienen que funcionar como una unidad.

No se trata de meditar como un autentico yogui bajo un árbol sino de que cuando corres tienes que dejar que tu mente vague libre a su aire, sin escuchar nada más y centrar toda la atención solamente en lo que estás haciendo. Se supone que debemos prestar atención en lo que hacemos.

  • Concéntrate en respirar.

  • Concéntrate en tu cuerpo y las sensaciones.

  • Centra la atención en tus pensamiento y libéralos.

  • Estate alerta.

  • Observa y se consciente del entorno.

  • Disfruta con lo que haces.

Si notamos que nuestra atención se pierde o se dispersa debemos retomar los pasos para volver a concentrarnos. Si hacemos todo esto es posible que corramos sin darnos cuenta en un estado de paz y de armonía interna. Este estado no siempre resulta fácil de alcanzar cuando corremos y continuamente no lo podremos conseguir. La armonía se logra cuando las sensaciones que experimenta el cuerpo, la mente y el alma están conectadas y trabajan en la misma dirección. Adquirir este hábito influye en la vida y difícilmente se abandona ya que crea una adicción. Al correr y percibir estas sensaciones profundizamos en nuestro interior de manera positiva. Correr mientras meditamos nos hace ser libres.