89-PROYECTOS
EMPIEZA A CONSTRUIRLOS
Javier Sanmartín Soler


Las cosas buenas de la vida obligatoriamente no tienen porque costar dinero. Hay que disfrutar de las cosas sencillas como por ejemplo, pararse unos minutos para admirar el cielo, tomar el sol, bañarse en el mar, etc... Correr es una de estas cosas ya que no necesitamos nada para hacerlo, ni siquiera unas zapatillas. Aunque lo normal y lo aconsejable es hacerlo calzados y con un mínimo de equipación. Correr está al alcance de todos ya que se puede hacer prácticamente en cualquier lugar sin importar mucho la edad ni la condición física.
Para correr no hace falta mucho, solo un poco de voluntad. Con frecuencia se nos olvida que la vida no es complicada y que nosotros mismos somos los que nos la complicamos. Correr es como todo, a lo mejor empiezas a hacerlo por casualidad, poco a poco se convierte en un hábito y finalmente puede ser una necesidad. Cuando adquieras un cierto nivel irás cumpliendo retos que al principio pensabas que no podrías hacer. Si decides continuar corriendo con el tiempo estos desafíos aumentarán y requerirán más implicación por tu parte.
Es en ese punto cuando correr formará parte de tu vida cotidiana y si no lo haces con la frecuencia que tu estimes sentirás que te falta algo y que tu vida no es completa. Si llegas a este extremo tendrás que valorar y elegir cuales son tus prioridades, lo que condicionará tu vida. Si decides seguir corriendo a partir de todo eso correr formará parte de tu vida habitual. Habrá gente que lo entienda y habrá gente que no lo entienda, pero lo importante es que tú disfrutes de lo que haces y que tu entorno lo comprenda.
Progresivamente conforme acabes un reto, estarás pensando en otro más complicado si cabe y así hasta donde puedas llegar. El límite lo pondrás tú o tu cuerpo. Es preferible que cuando tu cuerpo esté habituado a correr empieces con carreras del tipo de la media maratón, maratón o alguna carrera del tipo trail por la montaña. Tu mismo debes observar y valorar el nivel de exigencias que demanda cada carrera en tu cuerpo. Puedes avanzar o quedarte en tu zona de confort pero lo importante es que estés a gusto.
Si progresas y te ves con fuerza puedes probar y comenzar con las carreras de formato de 50 Km y 75 Km. Este tipo de carreras ya suponen un desafío para tu cuerpo y para tu mente. El siguiente paso es hacer alguna carrera de 100 Km por asfalto o por la montaña.
Cuando ya hayas corrido unas cuantas carreras de al menos 100 kilómetros puedes intentar probar a hacer alguna de 100 millas sabiendo que este tipo de carreras está al alcance de pocos y el nivel de implicación para preparar una de estas carreras es muy elevado. El resto de carreras de más de 100 millas hasta los 300 Km y las carreras de 24 horas o 48 horas solo está reservado para la gente que se dedica a eso y la mayoría son profesionales de este deporte. Su vida gira entorno a entrenamientos y competiciones.
Empieza desde abajo para ver hasta donde eres capaz de llegar y demuéstrate a ti mismo y a los demás la fuerza interior que tienes. Progresa despacio y no pretendas subir de nivel antes de que tu cuerpo y que tu mente estén preparados ya que lo más probable es que sufras y te lesiones.
Prepara las carreras con la suficiente antelación para que no te pilles los dedos, no es lo mismo preparar una media maratón que una carrera de 100 millas. Cada una requiere su tiempo y los volúmenes e intensidades de trabajo son diferentes.
Es ilusionante para cada corredor decidir que tipo de carreras va a realizar y en función de ello planificar los entrenamientos. No necesitas a nadie que te planifique el entrenamiento si tu no quieres, se supone que ya habrás adquirido ciertos conocimientos y el nivel necesario para que tu mismo puedas hacerlo.
La ilusión se debe mantenerse intacta con el paso del tiempo tanto para entrenar como para competir ya que si se pierde el corredor se desmoraliza, se desmotiva y los objetivos se desvanecen. Tener proyectos en mente nos ayudará a seguir ilusionados a la hora de seguir corriendo. Los sueños se persiguen, se luchan y se pelean para hacerlos realidad y para que no mueran. Correr carreras de resistencia no tiene porque ser un sueño inalcanzable si es lo que de verdad quieres hacer.