81-ESTRES Y ANSIEDAD
COSAS QUE NO NOS AYUDAN
Javier Sanmartín Soler


El estrés es un estado de preocupación generado por una situación difícil. Todas las personas tienen cierto estrés puesto que se trata de una respuesta natural a las amenazas. Se suele producir en cualquier situación o pensamiento que nos haga sentir frustrados, furiosos o nerviosos. Pero el estrés no es malo y de hecho es algo imprescindible para las personas ya que también es un mecanismo que nos alerta de los peligros. Un poco de estrés permite a la persona ser más resolutiva y rendir mejor.
El problema aparece cuando se activa este mecanismo con situaciones cotidianas en las que la vida no corre peligro. Dado que el nivel de estrés es más alto de lo que tolera. Con el estrés se aumenta el riesgo de padecer enfermedades crónicas, cardíacas, diabetes y obesidad. Suele causar dolores de cabeza, tensiones, caída del cabello y disfunción sexual. También suele tener consecuencias importantes en la salud mental.
El manejo del estrés puede resultar complicado ya que hay tres tipos diferentes y son:
Estrés agudo. Es la forma más común y no causa daños importantes. Aparece en un corto periodo de tiempo y desaparece con rapidez. Puede afectar a cualquier persona, es tratable y manejable. No suele ocasionar problemas importantes para la salud.
Estrés agudo episódico. Suele darse en personas que asumen muchas responsabilidades. Aparecen dolores de cabeza, migrañas, hipertensión, dolores de pecho y enfermedades cardíacas. Requieren ayuda profesional y dura unos meses.
Estrés crónico. Este destruye el cuerpo, la mente y la vida. El estrés crónico mata a través del suicidio, la violencia, el ataque al corazón, la apoplejía y el cáncer. Las personas que lo padecen se desgastan hasta llegar a una crisis nerviosa final y fatal. Es difícil de tratar.
El peor aspecto del estrés es que la gente se acostumbra a él y eso es lo que no debe de ser. Lo que ayuda es tener una buena confianza y capacidad para solventar los contratiempos. También influyen la dieta, la actitud, la relajación y el deporte. Haciendo ejercicio el cerebro genera sustancias químicas que lo hacen sentir bien. Parece contradictorio pero el estrés físico puede aliviar el estrés mental.
La ansiedad es un sentimiento de miedo, temor e inquietud. Puede ser una reacción normal al estrés. Los síntomas más comunes son: temblores, debilidad o cansancio, problemas para concentrarse y tener problemas para conciliar el sueño. No está claro cuales son las causas que originan estos trastornos y a veces está asociada con alguna enfermedad oculta. También puede ocasionar trastornos mentales y físicos como: dolor de cabeza, insomnio, depresión, problemas digestivos o intestinales, aislamiento, abuso de sustancias, problemas de conducta, mala calidad de vida y el suicidio. Existe un alto porcentaje de personas que manifiestan sufrir estrés y ansiedad todos los días. Las personas que se ejercitan regularmente tienen menos probabilidades de experimentar la ansiedad.
El ejercicio reduce las hormonas del estrés.
El ejercicio mejora la calidad del sueño.
Cuanto más ejercicio hagas más confianza tendrás.
Intenta encontrar una rutina de ejercicios o actividades con las que disfrutes. El deporte es la mejor medicina. Con esto ayudaremos a reducir los niveles de cortisol, la presión arterial y el ritmo cardíaco. Caminar, trotar y correr involucran a grandes grupos de músculos con movimientos repetitivos que pueden aliviar el estrés y la ansiedad. Además es bueno tener una actitud positiva a la hora de enfrentarnos con estos problemas.