73-BASTONES

APRENDE A UTILIZARLOS

Javier Sanmartín Soler

Los bastones en las carreras de muchos kilómetros con desniveles importantes se han convertido en material necesario en la equipación de muchos corredores. Su uso reduce la carga que se produce en el tren inferior y con una buena técnica lograremos que los brazos soporten parte del peso de nuestro cuerpo, con lo que conseguiremos un ahorro de energía para correr largas distancias.

Pero no debemos pensar que con ellos correremos más rápido, sino que nos aportarán mayor seguridad y optimizarán el esfuerzo realizado durante los ascensos y descensos en terrenos difíciles. Al utilizarlos notaremos que el cansancio será menor y que aguantamos más tiempo corriendo. Después de su uso notaremos que el tiempo de recuperación también es menor. Resumiendo, las ventajas de usar bastones son:

  • Se tiene una mayor estabilidad y seguridad.

  • Se ahorra energía al reducir la carga en las piernas.

  • Se produce un menor daño articular.

A la hora de elegirlos hay que tener en cuenta:

  • La longitud. Como regla general podemos tomar 2/3 de la altura del corredor. A más altura del bastón más empuje nos da pero también tenemos que hacer más fuerza para hacer la palanca. Con menos altura el bastón es más fácil de manejar.

  • El material. Suelen usarse los de aluminio o de fibra de carbono, puesto que aportan rigidez, ligereza y fiabilidad. Los de carbono aportan más rigidez (hasta que se rompen y cuando lo hacen se rajan como el cristal). El aluminio se dobla pero no se rompe y a veces pueden enderezarse.

  • El tipo de plegado. Se dividen en rígidos, telescópicos y plegables. Los rígidos en carreras de ultra trail generan problemas innecesarios puesto que no se pueden recoger. Los telescópicos tienen 2-3 tramos que se pueden recoger, pesan entre 400 y 500 gr y son la opción para iniciarse. Los plegables tienen 3-4 tramos y están unidos por un cable. Pesan entre 240 y 350 gr y su ligereza los hacen más frágiles que los telescópicos. Aun así son livianos y permiten correr con ellos en la mano.

Su uso es bastante intuitivo pero se requiere cierta técnica y experiencia. Las primeras veces que se usan pueden resultar un estorbo por lo que hay que aprender lo que funciona mejor para cada uno y escuchar al cuerpo. Solo para caminar ya resultan prácticos. Corriendo en lugares llanos no se suelen utilizar. Para subir cuestas moderadas hay que tener una buena sincronización. También se puede aumentar la velocidad gracias a su impulso. En las bajadas los bastones ayudan al equilibrio, a frenar y a sortear obstáculos. En los terrenos rocosos hay que tener cuidado de no meterlos entre las rocas puesto que se pueden romper.

Los primeros bastones que compré eran unos bastones plegables de carbono de 300 gr de peso. La primera impresión que tuve cuando llegaron fue que eran consistentes y que pesaban muy poco. En cuanto pude salí a correr con ellos por el monte. Hacía calor (unos 22º C) y era mediodía. El cielo estaba despejado y lucía el sol. Llevaba los bastones en una mano y como eran muy ligeros apenas los notaba. Debido al poco peso también resultaban cómodos de manejar. En cuanto llegué a una pendiente considerable los empecé a utilizar.

En cuestas o bajadas poco pronunciadas no merecía la pena utilizarlos. El terreno era pedregoso y no ayudaba mucho. Al principio me notaba un poco torpe pero poco a poco el cuerpo se fue familiarizando y adaptando a ellos. Solo era cuestión de prestar atención y de ir corrigiendo la postura.

Estuve corriendo un buen rato por los caminos practicando en las subidas y en las bajadas. Después decidí subir un repecho que ya tenía un desnivel importante para ver como lo hacía. Me costó algo más puesto que las pulsaciones se dispararon, pero eso entraba dentro de lo normal. En cuanto al uso de los bastones fue todo bien puesto que notaba que las piernas no se cargaban. También noté mayor estabilidad a la hora de bajar por lo que terminé satisfecho.

Seguí utilizando los bastones por los caminos hasta que vi que se me empezaba a hacer tarde y luego regresé otra vez para subir el monte que había subido antes. Todo fue bien y estaba bastante satisfecho por como había ido todo.