325-EXPRIMIRSE

APROVECHA EL TIEMPO

Javier Sanmartín Soler

Aunque a veces no lo parezca estamos diseñados para movernos y hacer deporte. Con el paso del tiempo el ser humano ha evolucionado y ya no persigue e sus presas para sobrevivir. En la actualidad hacer ejercicio no es una necesidad básica y ahora se asocia con el bienestar de cada uno. Por eso fundamental que nos mantengamos activos. Correr es algo sencillo de realizar y casi todos lo podemos hacer.

  • Beneficios físicos.

    • Salud cardiovascular. Se fortalece el corazón y mejora la circulación sanguínea.

    • Fortalecimiento óseo. Aumenta la densidad ósea y reduce el riesgo de fracturas.

    • Controla el peso. Al quemar calorías disminuye la grasa y aumenta el tejido muscular.

    • Mejora la resistencia. El cuerpo utiliza mejor el oxígeno y aumenta la capacidad aeróbica.

    • Prevención de enfermedades. Se reduce el riesgo de desarrollar enfermedades.

  • Beneficios mentales.

    • Se reduce el estrés. El ejercicio ayuda a despejar la mente.

    • Mejora el ánimo. Al liberarse endorfinas se produce una sensación de felicidad.

    • Aumenta la autoestima. Aumenta la confianza y la sensación placentera de lograr algo.

    • Mejora del sueño. Al practicar deporte y cansarse por la noche se descansa mejor.

Esta es la teoría que se explica en los libros para que todos seamos conscientes de que el ejercicio físico es bueno y que hay que practicarlo con frecuencia. Lo cierto es que son razones poderosas para que hagamos deporte y si fuésemos algo sensatos no haría falta mucho más para convencernos. Al fin y al cabo la salud es lo primero y esto es una buena forma de cuidarla.

Cuando somos jóvenes y estamos llenos de vitalidad la energía hay que enfocarla también en la práctica del ejercicio. De hecho hacer deporte es algo habitual y divertido para la mayoría de escolares. Se trata de adquirir unos buenos hábitos y desarrollarlos con normalidad. Se cansa al cuerpo para luego reponerse con una adecuada alimentación y el suficiente descanso. Es sencillo y hasta la mayoría de edad las personas se mantienen activas practicando ejercicio casi sin darse cuenta.

Pero cuando uno se hace adulto se puede olvidar fácilmente de los buenos hábitos adquiridos. O también por otras circunstancias como son la falta de tiempo libre y de obligaciones que harán que pospongamos hacer ejercicio. Es entonces cuando nos volveremos más sedentarios y junto con otras cosas harán que nos olvidemos de cuidarnos como deberíamos.

La inactividad es un terreno peligroso si se dilata en el tiempo porque cuanto más se tarda en recuperar el hábito de hacer ejercicio más cuesta. Lo que antes se hacía por diversión, resultaba ameno y no nos costaba se puede convertir en una imposición. Si ha pasado mucho tiempo retomar esa costumbre requiere un mayor esfuerzo y se nos puede atragantar.

Las dos cosas que más cuestan a la hora de retomar la práctica de ejercicio son:

  • La pereza. Pude deberse a falta de sueño, mala alimentación, la deshidratación, el estrés y la mala condición física en general.

  • La falta de motivación. Hay muchas razones como la monotonía, falta de objetivos, agotamiento físico y mental, falta de tiempo y el aburrimiento.

Pero en tu mano estará cambiar esta situación. Cuando uno se hace adulto y empieza a cumplir años se da cuenta que los beneficios físicos de correr están bien pero sobre todo los beneficios mentales aportan un plus que cuando somos más jóvenes apenas prestamos atención. Me refiero al estrés. Inevitablemente al hacernos mayores poco a poco vamos adquiriendo unas cargas que por lo general irán aumentando y suelen ser las responsabilidades laborales y familiares. Además es importante saber gestionarlas adecuadamente para evitar problemas. Es lo que tiene hacerse adulto y ese es el momento en el que hay que tienes que dar tu mejor versión.

Tu eres ahora el que tiene que tomar ciertas decisiones para dirigir tu rumbo y el de las personas que dependan de ti, por eso es bueno que aprendas a gestionar el estrés que inevitablemente aparecerá en tu vida. Si no lo haces poco a poco se acumulará en tu cuerpo y por algún sitio tendrá que salir. Cuando esto sucede si no se ha gestionado bien algo malo sucede. Cuando haces ejercicio reconectas con tu cuerpo, parte de esa energía negativa desaparece y es algo liberador.

Claro que cuesta ponerse a correr a todos nos pasa, pero al final se trata de que te conciencies de que hacer deporte es algo bueno para ti. Que eres capaz de sobreponerte a permanecer parado durante mucho tiempo y que prefieres moverte y esforzarte. Por eso te animo a que cada vez que puedas y si las circunstancias te lo permiten saques algo de tiempo para tí y salgas a correr. Cada vez que lo hagas estarás ganando una batalla y te costará menos esfuerzo. Al principio no será fácil si llevas tiempo parado pero luego si lo retomas no podrás dejar de hacerlo.

Que puedas salir a correr demuestra que físicamente estás bien y eso ya es mucho. Correr es una actividad de elevado impacto en la que trabajan más de 200 músculos del cuerpo. Por eso correr es un deporte bastante completo. No hace falta que te machaques cada vez que salgas o te sobrepases en tus capacidades, no se trata de eso. Tienes que salir a entrenar y que tu cuerpo asimile bien la carga de trabajo. Aprovecha cada día que sales y disfrutarlo en la medida que puedas.

Cuando sales a correr principalmente liberas:

  • Endorfinas. Que actúan como analgésicos naturales, reducen la percepción del dolor y provocan una sensación de euforia.

  • Dopamina. Potencian el estado de ánimo y contribuyen a mejorar el humor. Se relacionan con la motivación.

  • Serotoninas. Ayudan a regular el estado de ánimo, sueño y apetito. Contribuyen a la felicidad.

  • Cortisol. El ejercicio reduce los niveles de esta hormona del estrés y genera una sensación de calma.

  • Hormona del crecimiento. Se activa para estimular el crecimiento de músculos, huesos y colágeno.

  • Oxitocina. Produce una sensación de bienestar y fortalece las relaciones sociales.

  • Adrenalina. Aumentan la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la disponibilidad de energía.

  • Acido láctico. Se produce cuando el cuerpo se ve sometido a esfuerzos intensos.

Además si puedes tienes que progresar y descubrir hasta donde puedes llegar como corredor. Pero tampoco te tienes que obsesionar. Que indagues tus capacidades es algo bueno y natural. Lo normal es que te marques un objetivo, quieras hacer alguna carrera y la prepares. Te sorprenderá ver lo que se puedes obtener con algo de esfuerzo y determinación. Puedes hacer todo lo que te propongas y si no puedes conseguir ciertas metas tampoco pasa nada, lo has intentado y has invertido en tu salud. Es mejor que quedarte en el sofá sin hacer nada y engordando.

Por todo esto cuando sales a entrenar tienes que aprovechar la experiencia de poder hacer ejercicio. De crear un espacio tuyo en el que puedes estar solo con tus pensamientos mientras estás en contacto con el terreno que pisas. Que correr se convierta en una rutina sana en la que puedas exprimir todas tus capacidades. Si consigues hacer esto no tendrás la sensación de que correr es una obligación o una imposición, sino que es un placer. Pero todo lleva su tiempo y para poder empezar hace falta tener voluntad.

Lo digo porque llegados a este punto ya te debería gustar salir a correr y entrenar. Porque si no a partir de ahora se te va a atragantar puesto que las siguientes distancias que vamos a tratar conllevan numerosas horas de preparación. Hablamos de varias sesiones semanales en las que hay que hacer entrenamientos de carrera por lo menos en tres días. Esto ya es un compromiso con uno mismo que no todos quieren realizar por lo que tú mismo debes valorar si te merece la pena.

Pero donde unos ven un problema otras personas ven una solución y preparar estas pruebas puede resultarte un reto estimulante. No solo supondrán un desafío al que tendrás que adaptarte, en ellas experimentarás una evolución como corredor. Aunque no lo creas entrenarlas supone una transformación física - mental que elevará tus capacidades y habilidades a unos niveles que son desconocidos para ti. Así que si quieres saber hasta donde puedes llegar tienes que poner algo de tu parte.