307-LA MILLA

ORIGEN Y PREPARACION

Javier Sanmartín Soler

Una milla es una unidad de medición de distancia. Su origen nace en la antigua Roma donde solía ser la distancia recorrida al dar mil pasos (1481 metros). El paso romano equivalía a dos de nuestros pasos actuales. Con el tiempo los países anglosajones comenzaron a utilizarla y evolucionó hasta los 1609 metros. En la actualidad la mayoría de los países poseen el sistema métrico decimal aunque Reino Unido y Estados Unidos siguen utilizando estos valores.

Así pues correr una milla consiste en recorrer 1609 metros lo más rápido posible. En Reino Unido en las décadas de 1950 y 1960 estas carreras se popularizaron enormemente. En 1954 el atleta británico Roger Bannister fue el primer corredor en hacer una milla en menos de 4 minutos (3:59.4). Aunque ese récord duró poco (46 días) y el atleta australiano Jhon Landy paró el cronómetro en 3:58. El 7 de agosto de 1954 se enfrentaron en una carrera Bannister y Landy en un acontecimiento con gran expectación mundial. Ganó Bannister con un tiempo de 3:58.

Con el paso del tiempo estas carreras fueron reemplazadas por los 1500 metros en las competiciones. Pero no desaparecieron y se siguieron practicando sobre dos superficies, pista y asfalto. El récord mundial en pista se encuentra en posesión del marroquí Hicham El Guerrouj que en 1999 hizo un tiempo de 3 minutos y 43 segundos.

En los últimos años se han recuperado y van ganando adeptos. La milla más famosa se realiza en la 5ta Avenida, en Manhattan, Nueva York, donde cada año 5000 corredores de todo el mundo participan. También existe un circuito internacional de carreras que abarca siete países, España, Argentina, Brasil, México, Chile, Bolivia y Colombia.

En el atletismo la milla está considerada como una carrera de media distancia que requiere una combinación de velocidad y resistencia, con énfasis en la gestión del ritmo. No es una prueba sencilla de hacer si se quiere realizar al máximo esfuerzo con todas nuestras capacidades (ya que influyen muchos factores). Para realizarla hace falta tener ciertas destrezas físicas y mentales:

  • Resistencia aeróbica. Hay que tener una buena resistencia cardiovascular que nos permita poder mantener un ritmo alto.

  • Fuerza. Hay que tener una buena fuerza muscular para poder mantener la potencia y la velocidad.

  • Técnica de carrera. Hay que correr con la espalda recta, los hombros relajados y con una pisada adecuada.

  • Coordinación. Hay que tener una buena coordinación entre la respiración y el movimiento.

  • Constancia. Para poder mantener la motivación durante los entrenamientos.

  • Paciencia. Con uno mismo, ya que la progresión de cada corredor es diferente.

  • Concentración. Para estar centrado cuando aparece el cansancio y poder superarlo.

  • Escuchar al cuerpo. Oír las señales para no sobreentrenar y prevenir las lesiones.

  • Estrategia. Dividir la carrera en partes para no quemarse al principio y poder acabar con fuerzas.

Pero no hay que tenerle miedo y sabiendo esto la mejor manera de prepararnos es entrenando cada uno a su nivel. Un día o dos a la semana debes hacer una carrera larga para entrenar la resistencia. Para mejorar la velocidad también hay que hacer intervalos variando la distancia y los descansos. Según el tiempo que tardemos en correr la milla podremos catalogarnos en:

- corredor principiante, 10 minutos.

- corredor medio, de 8 a 9 minutos.

- corredor avanzado, de 6 a 7 minutos.

- corredor experto, de 4 a 5 minutos.

Ejemplo 1 de entrenamiento semanal

  • Lunes: caminata ligera.

  • Martes: entrenamiento de fuerza.

  • Miércoles: carrera continua 30 minutos.

  • Jueves: intervalos 8 series de 200 m a ritmo rápido, con 200 m de trote suave entre series.

  • Viernes: entrenamiento cruzado ligero.

  • Sábado: carrera continua 45 minutos.

  • Domingo: descanso.

Ejemplo 2 de entrenamiento semanal

  • Lunes: intervalos, 12 x 200 m a ritmo intenso, con 200 m de trote suave entre series.

  • Martes: carrera continua de 45 minutos.

  • Miércoles: test de una milla cronometrado.

  • Jueves: descanso.

  • Viernes: intervalos, 4 x 400 m a ritmo intenso, con 400 m de trote suave entre series.

  • Sábado: carrera continua de 30 minutos.

  • Domingo: test de una milla cronometrado para ver tu progreso.

Para correr la milla hay que empezar con un ritmo que te sea cómodo. Luego Intenta mantener el ritmo constante y regular. En la segunda mitad de la carrera hay que acelerar y en la parte final tienes que dar todo lo que te quede hasta el final.