299-MI UNIVERSO. MOLESTIAS

NO ME VAIS A DETENER

Javier Sanmartín Soler

Lo que a mediados del verano empezaron siendo unas pequeñas molestias fueron evolucionando hasta que en septiembre ya se convirtieron en algo más. Todo empezó después de entrenar con un ligero dolor en la zona baja abdominal del lado izquierdo. Era molesto pero no me incapacitaba y podía seguir haciendo vida normal.

Al principio no le hice mucho caso ya que pensé que con los días desaparecería, pero no fue así. Conforme pasaba el tiempo noté que no me encontraba al cien por cien. Algo pasaba y cada vez tenía más comprometida esa zona. La cosa era peor cuando salía a correr y pisaba por terreno irregular ya que notaba pinchazos. Cada vez estaba más sensible la zona y si tenía que estornudar por cualquier circunstancia el dolor ya era considerable. Era como si a nivel abdominal no tuviese fuerza. Después de correr si tenía que hacer ejercicios abdominales algunas veces me costaban.

No era una lesión pero ya empezaba a ser algo preocupante. Si corría una hora o hacía pequeños esfuerzos no lo notaba, pero cuando entrenaba cerca de tres horas la cosa cambiaba y lo empezaba a notar. Así que me lo tomé con calma a la hora de hacer esfuerzos prolongados.

Pero estar así tenía consecuencias. Para finales del año 2024 quería correr una carrera y no sabía si la podría preparar. En cuanto me recuperaba un poco entrenaba más para probar y las molestias seguían estando. Tampoco quería ir al médico ya que sabía lo que me iba a decir y de momento no pensaba dejar de correr.

En noviembre ya no me molestaba tanto pero decidí que ese año no iba a correr ninguna carrera. Me fastidiaba pero así también me quité algo de presión. Era lo mejor ya que de seguir en esa línea me podía lesionar y no iba a disfrutar. Iba a seguir entrenando pero durante un tiempo bajaría la intensidad. Al final o me recuperaba o en el peor de los casos me lesionaría. Si no hacía el bruto era cuestión de tiempo que las molestias desaparecieran.

El último trimestre del año me di cuenta de que si entrenaba una media de 700 kilómetros cada mes podía terminar el año con un total de 8.000 kilómetros lo que era una barbaridad. El mes de noviembre corrí 702 kilómetros, no estaba mal dado que aun seguía tocado. Las semanas en las que no tenía a Mara podía hacer 200 kilómetros, pero me costaban. A la siguiente semana bajaba el ritmo y algo me recuperaba. Quería ver hasta donde podía llegar.

El mes de noviembre vi que estaba tensando demasiado y tuve que volver a bajar el listón. Además tenía varios frentes abiertos y no podía dedicarme solo a entrenar. Me esforcé todo lo que pude y solo corrí 640 kilómetros. El mes de diciembre no fue mucho mejor puesto que no es era un buen mes para entrenar ya que tuve varios compromisos. Seguía con las mismas molestias e hice 655 kilómetros.

De los 2.100 kilómetro que tenía que hacer en el último tramo del año, solo había sido capaz de hacer 1.997 kilómetros. Me faltó una semana de entrenamiento para haber cuadrado todo el año. Había estado cerca. No pasaba nada solo quería recuperarme y en cuanto lo estuviera, seguro que conseguiría hacer cosas más grandes