275-MI UNIVERSO. SEMANA SANTA 2023

ALGO BREVE PERO A LA VEZ INTENSO

Javier Sanmartín Soler

En el año 2023 la semana santa caía en abril. El día 6 era jueves santo. El turno bueno para pedir vacaciones era del lunes 3 al miércoles 5. Así gastando estos tres días se empalmaba con el jueves y con el viernes que eran festivos. Si a eso añadíamos el fin de semana de delante y el de detrás, teníamos nueve días seguidos de descanso. Por lo que ese turno era el más goloso a la hora de pedir. El problema era que ese turno estaba bastante cotizado por lo que no lo pedí.

Por lo que preferí gastar mis tres días más adelante. Además trabajar esa semana no me afectaba mucho. Mara estaba de vacaciones y no tenía colegio. El martes y el miércoles por la mañana se tuvo que quedar con los abuelos mientras yo trabajaba. Después el resto de días estuvimos en casa tranquilos y Mara disfrutó a su manera. Se levantaba sin el despertador, desayunaba viendo la tele, jugaba con la consola, se acostaba tarde, etc... Se había ganado ese descanso puesto que las notas de la segunda evaluación habían sido buenas.

Yo también descansé unos días y las vacaciones de semana santa las guardé para la semana siguiente en la que tenía otra vez a mi hija. Esa semana era del 17 al 23 de abril. El lunes 17 trabajé de mañanas y por la tarde recogí a Mara del colegio. Al día siguiente la misma operación y yo ya tenía fiesta. Además el 23 era San Jorge y pasaban el festivo al lunes 24 por lo que teníamos otro día más de descanso. Así que oficialmente mis vacaciones de semana santa fueron los días 19, 20 y 21 de abril.

Esos días Mara ya tenía colegio y yo podía aprovechar para entrenar. Pero también tenía que hacer cosas en casa. Quería correr un total de 150 Km (50 Km al día) que era una cosa que nunca había hecho. Era una barbaridad, pero lo quería intentar.

El miércoles 24 dejé a Mara en el colegio y después salí a correr 36 Km bordeando el perímetro exterior de la ciudad. Hacía sol y algo de aire por lo que llevé un cortavientos fino. A las dos horas de correr me tomé un gel para aguantar mejor el cansancio. Poco después me llamaron por teléfono para ver si quería trabajar el día 23 que era domingo. Acepté al momento ya que sabía que esos servicios estaban bien remunerados. Pero eso implicaba trastocar mis planes de entrenamiento ya que el viernes día 21 a las 10 h había una reunión previa. Pensando en cómo lo haría seguí corriendo y entré en casa a las 13:15 h.

Después me duché, comí y pude descansar un rato de 14 h a 15h. Luego me puse a limpiar la casa puesto que ya tocaba. No era lo ideal después de haber corrido 36 Km pero tenía que aprovechar el tiempo. A las 16:30 h fui a recoger a Mara del colegio y al regresar corrí en la cinta mientras mi hija veía la tele. Acabé cansado, prácticamente el día llegaba a su fin y aún había hecho mi rutina de ejercicios. Pero por ese día decidí no hacer más cosas.

Al día siguiente me desperté con la energía renovada. Había descansado y mi cuerpo se había recuperado. Otra vez al dejar a Mara en el colegio regresé a casa y salí a correr. Por la tarde tenía que llevar a Mara a Cuarte para que hiciese gimnasia. Pude correr 32 Km antes de comer. Después fui a limpiar el coche, echar gasolina y comprar. Recogí a Mara del colegio y mientras merendaba y veía la tele en casa yo pude correr 12 Km en la cinta. A las 19:30 h estábamos en Cuarte y poco antes de las 21 h regresamos a casa. Mara se duchó y mientras cenaba yo aproveché para hacer mi rutina de ejercicios. A las 22:15 h Mara se fue a la cama. Para que se durmiese pronto yo también me acosté y nos quedamos los dos dormidos. Antes de las 23 h me desperté y cené. Luego me volví a meter en la cama.

En dos días había corrido 94 Km. El primer día había hecho 50 Km y el segundo día 44 Km. Veía que no podía llegar a poder hacer los 150 Km que quería. Físicamente no estaba mal pero de tiempo iba apurado. Así estaban las cosas. Sabía que podía hacerlo pero mi vida no era todo correr. Pero que no pudiese llegar a esa cifra no significaba que me fuese a rendir.

Al día siguiente era viernes 21 y ya era el último día de mis vacaciones. Dejé a Mara en el colegio y regresé a casa. A las 10 h tenía que acudir a la reunión y solo deseaba que durase poco. Dependiendo de la duración ya vería como me las ingeniaba para entrenar hasta que Mara saliese del colegio.

Para mi suerte la reunión solo duró una hora y en cuanto pude me fui a casa. Por el camino a casa pensé que como mejor aprovecharía el tiempo sería entrenando en el gimnasio así que al llegar me preparé la mochila con todo lo necesario. Antes del mediodía empecé a correr en la cinta, tenía que correr algo más de tres horas. Cada 12 Km aprovechaba para ir al baño y rellenar mi botella de agua. Los descansos eran cortos pero me iban bien para despejarme. Así corrí 36 Km. Luego me duché y me fui a casa. Antes de comer hice las pesas para ganar algo de tiempo. Por la tarde tenía que correr en la cinta de casa, acabar los ejercicios abdominales y también quería ir a comprar un regalo de cumpleaños. Al final comí a las 16 h.

A las 16:35 h salí de casa para recoger a Mara y luego fuimos a comprar. Sobre las 19 h entramos en casa, acabé mis ejercicios y corrí 12 Km. Mara aprovechó y se duchó. Luego estuvo viendo una serie que le gustaba. Estaba cansada de toda de la semana de colegio y ese día había también había hecho atletismo. Por la noche cenamos pizza y helado. Vimos la televisión tumbados en el sofá y nos quedamos dormidos. No eran ni las 24 h cuando nos fuimos a descansar.

Al final no pude correr todo lo que quería, pero tampoco había ido mal. El primer día había corrido 50 Km, el segundo día 44 Km y el tercero 48 Km. El total fueron 143 Km y la media de los tres días era de 47,66 Km. Me faltó un poco para llegar a los 50 Km/día. Estaba cansado pero no en exceso puesto que la mayoría de los kilómetros los había hecho en la cinta. 75 Km habían sido en la cinta y 68 Km en la calle. Me hubiese gustado más haber corrido en la calle ya que es algo más sacrificado, pero las cosas fueron así. Con todo eso podía estar satisfecho. Esas fueron mis atípicas vacaciones de semana santa.