273-MI UNIVERSO. EL CAFE, LA CERVEZA Y EL CHOCOLATE

HAY QUE TOMAR TODO CON MODERACION

Javier Sanmartín Soler

El café es una bebida que se obtiene a partir de los granos tostados y molidos de la planta del café. Es estimulante por su alto contenido de cafeína y es una de las tres bebidas más consumidas del mundo junto con el agua y el té.

Había pasado un año desde que había dejado de tomarlo. No es que tomase muchos (solo me gustaba el café con leche) y cuando lo hacía no me sentaban bien. De hecho los síntomas más comunes que sufría eran que me desvelaba por la noche, me dolía la cabeza y tenía malestar general. Al dejar de tomar las molestias desaparecieron por lo que no me costó dejarlo. Los sustituí por el té verde con leche o “te americano”. No solía tomar muchos y los efectos secundarios eran más suaves en comparación con el café. Con el te solo notaba más ganas de ir al baño puesto que es una bebida diurética y favorece la eliminación de líquidos.

Aun con todo me seguía gustando el olor del café. Durante años lo había tomado sobre todo cuando trabajaba de noches. Pero con el paso de los años lo fui tolerando cada vez menos. El punto de inflexión llegó un día en el que me tomé dos seguidos y noté que tenía ganas de vomitar.

Tomar café aporta nutrientes, antioxidantes, mejora el rendimiento físico y las funciones cerebrales. Pero yo solo notaba como mi cuerpo se aceleraba. Sentía más los efectos secundarios que otra cosa, insomnio, nerviosismo, taquicardias, malestar estomacal y la frecuencia excesiva al orinar. Al dejar de tomar café desaparecieron. No tenía mucho sentido seguir tomando algo que mi cuerpo rechazaba.

Sin embargo la cerveza era otra cosa. La cerveza es la bebida alcohólica más bebida y no se destilada. Se puede producir a partir de cuatro ingredientes: cebada, lúpulo, levadura y agua. Normalmente es de color amarillo y su graduación más común esta entre los 4 y los 6 grados. Su origen se remonta a antiguos pueblos (elamitas, egipcios y sumerios) entre el 10.000 y el 6.000 a C. Existen varios tipos con una amplia gama de matices, debido a las diferentes formas de elaboración y a los ingredientes. Es rica en vitaminas, proteínas, ácido fólico y antioxidantes. Su consumo moderado se asocia con beneficios cardiovasculares, de salud ósea y la obesidad.

La cerveza me gustaba pero no abusaba. Intentaba tomar como máximo una o dos a la semana. Las que más consumía eran las cervezas de trigo pero también tomaba de las normales. De cara al buen tiempo era cuando más me apetecían puesto que en invierno apenas las probaba. Además ya no las toleraba tanto y era mejor ser prudente. La cerveza tiene poca graduación alcohólica pero abusar de ella puede suponer un riesgo para la salud. Otra consecuencia directa que viene asociada con el consumo elevado es que puede hacerte engordar por eso es recomendable comer de forma saludable y hacer deporte.

Algunas veces había tomado cerveza después de una comida copiosa y me notaba hinchado. Era una sensación desagradable. También si había entrenado bastante y me tomaba una notaba los efectos casi de forma inmediata, mi cuerpo era más sensible. Solo tenía que tener cuidado y no pasarme de la raya.

El chocolate también era algo que tomaba con cierta frecuencia. El cacao ha sido cultivado por muchas culturas durante más de cuatro mil años. Según cuenta la leyenda un dios azteca regaló el árbol del cacao a los hombres y estos lo utilizaron como moneda de cambio. En el año 1519 Hernán Cortés desembarcó en la costa de México y los nativos lo agasajaron con una bebida preparada con cacao. El chocolate se elabora con una pasta de cacao en polvo y de azúcar pulverizado. Partiendo de esa combinación se elaboran los distintos tipos de chocolates. Se le atribuyen efectos cardio protectores y propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.

Pero este alimento tan deseado también se asocia con la gula y el sobrepeso. Arrastra una mala fama debido a que tiene un alto contenido en grasas y azúcares. Por eso hay que tomarlo con moderación y en pequeñas cantidades. Su consumo se asocia con el acné, la hipertensión, la obesidad y la diabetes.

El chocolate que yo tomaba solía ser con leche. No era el más saludable pero era el que más me gustaba. El negro era más sano pero no me entusiasmaba demasiado. Intentaba no tener mucho en casa puesto que pronto acababa con él. Era abrirlo y era cuestión de poco tiempo terminarlo. Para navidades era cuando más a gusto me lo comía y en verano apenas lo probaba.

Me gustaba el sabor dulce y el chocolate con leche me encantaba. Aunque intentaba no abusar. Si había en casa era una tentación grande. Pero de vez en cuando me atiborraba. Comía cuando el cuerpo me lo pedía, después podía estar sin probarlo meses. Como la mayoría de las cosas intentaba hacerlo con moderación, o por lo menos lo intentaba...