270-MI UNIVERSO. MAS INFLACION
SEGUIMOS CON LA SOGA EN EL CUELLO
Javier Sanmartín Soler


El inicio del año 2023 estaba siendo complicado puesto que la guerra de Ucrania había encarecido bastante el precio de muchísimas cosas, aunque no solo era culpa de la guerra. La luz seguía carísima y las compañías eléctricas hacían lo que querían con los precios. Con la gasolina pasaba lo mismo al igual que con el gas. El precio de la vivienda nueva estaba por las nubes y los precios habían subido mucho. Cerca de donde vivía algunos inmuebles costaban un 60% más de lo que yo había pagado unos años antes.
Los alquileres estaban bastante caros y aun así tenían demanda. En las grandes ciudades era casi imposible vivir con un sueldo normal. Los préstamos hipotecarios y personales también tenían unos elevados intereses y la gente los pedía. Los vehículos nuevos eran caros puesto que decían que había escasez de componentes. Hasta los alimentos habían subido más de un 30% de precio y hacer la compra era mucho más caro.
Las cosas estaban así desde finales de año anterior y todos habíamos perdido poder adquisitivo. Era una situación que había aparecido de repente y de prolongarse en el tiempo tendría consecuencias graves puesto que había muchas personas en riesgo. Yo no me podía quejar puesto que mi situación era buena y por suerte no me faltaba de nada. Pero tenía que controlar los gastos y andarme con ojo.
Hacía poco que había amortizado hipoteca y necesitaba un tiempo para recuperarme. Aunque el mes de enero era un mes complicado para centrarse y empezar a ahorrar. Tenía que resetear después de los excesos de las navidades y asentar unos nuevos cimientos para disponer de cierta solvencia económica. Era una cosa que no se me daba mal y pienso que me organizaba bastante bien.
Para comenzar el año tenía que hacer frente a una serie de gastos extraordinarios. Lo primero era hacer una revisión al coche y pagar el seguro. También tenía que comprar ropa para Mara y para mí aprovechando el inicio de las rebajas. A mitad de mes tenía que pagar la inscripción de una carrera de montaña que quería correr en verano. Además tocaba pagar el recibo del gas de los últimos dos meses y sería alto. Para acabar el mes el día 25 era el cumpleaños de Mara y había que celebrarlo. Por lo demás los gastos eran los habituales de cada mes.
Enero se hacía cuesta arriba puesto que la paga extra se cobraba la tercera semana de diciembre y para volver a cobrar había que esperar hasta finales de enero. Pero pese a todo gestionaba las cosas bien. Intentaba gastar con talento y cabeza. Pero si surgía una buena oportunidad no me temblaba el pulso.
A principios de año volvieron a revisar los tipos de interés de las hipotecas variables y aumentaron los importes de una manera considerable. La gente con estas hipotecas estaba cada vez más endeudada. Mi hipoteca era fija y siempre pagaba la misma cuota por lo que esto a mi no me afectaba, pero conocía bastantes casos.
Con respecto a la última moto que tenía seguía comprando repuestos y piezas que necesitaba. Por suerte no eran caras pero costaba encontrarlas. Con eso, poco a poco la moto mejoraba su aspecto. Era una buena distracción. Tener tres motos y un coche podía parecer algo excesivo, pero podía hacerlo ya que todo estaba pagado y no arrastraba ninguna deuda. Eso era una tranquilidad y mantenerlos no resultaba caro puesto que los cuidaba, usaba con frecuencia y no les hacía muchos kilómetros.
Todos gastos sumaban y ya no podía ahorrar como en tiempo atrás. El dinero era una cosa fría y no me gustaba puesto que en ocasiones esconde un lado oscuro y es capaz de sacar lo peor de las personas. Pero por desgracia vivimos en una sociedad en la que es necesario para vivir ya que tenerlo da tranquilidad. Hace años pasé un tiempo delicado hasta que me recuperé. Fue una dura lección que aprendí bien y no quería volverla a repetir. Ahora me organizaba bien y haber pasado una cosa así me hacía valorar muchas cosas.
No sabía cuánto podía durar la inflación ya que se suponía que era una cosa temporal y no podía durar mucho más. Pero no pintaba bien y se estaba alargando. De momento me mantenía sin hacer ningún recorte importante. Si yo lo pasaba mal siendo una hormiga antes que yo caerían muchas cigarras.