263-MI UNIVERSO. VUELTA A LA RUTINA
SE ACABARON LAS VACACIONES
Javier Sanmartín Soler


No sé que tiene septiembre pero siempre es como hacer un reinicio. Las ciudades medio vacías se llenan de vehículos y la gente con resignación vuelve a retomar sus costumbres. Los adultos regresan a los trabajos y los niños empiezan las clases.
Yo me movía a contracorriente y el mes de agosto de 2022 aproveché que no tenía a Mara para trabajar. Acumulé días para luego descansar en invierno. Además también terminé de amueblar el piso y la terraza. Con todo eso se me hizo algo pesado y cuando acabó el mes sentí un cierto alivio.
El viernes 2 de septiembre había trabajado de tarde y luego fui a recoger a Mara. Llevaba un mes entero sin verla y al día siguiente teníamos un bautizo. Después de hablar y de ver cómo había pasado el mes nos fuimos a dormir a media noche.
Al día siguiente me levanté pronto y a las 9 empecé a correr en la cinta. Mara no tardó en levantarse y se puso a ver la televisión desde la cama. A las 12 h empezaba el bautizo. La celebración era en honor a la hija de mi primo y la verdad era un amor de bebe. Era risueña, parecía que no le molestaban las cosas y casi todo el tiempo estuvo alegre. Pasamos un buen día en familia y acabamos en las fiestas del barrio de las Delicias.
El jueves 8 de septiembre Mara empezaba el colegio. Pasaba a 5º de primaria. Para ella el verano había sido largo e intenso. Había disfrutado y desconectado bastante pero ahora ya tenía que volver a la normalidad. En ese tiempo había crecido y llevaba ropa de 16 años, por lo que nadie pensaba que tenía 10 años. Era un diamante en bruto y yo me sentía orgulloso de ella.
Atrás quedaba el verano y los fuertes días de calor que tenían las horas contadas. Las mañanas eran más frescas y ya no apetecía tanto bañarse. Aun así en las horas centrales del día hacía calor. Los días previos al inicio del colegio fueron para hacer gestiones y compras relacionadas con el comienzo del curso escolar.
También a mitad de mes tenía otro compromiso, el día 18 iría con Adolfo a ver el gran premio de motos que se celebraba en Alcañiz. Ese fin de semana no tenía a Mara por lo que no podía desperdiciar la oportunidad de ver motos, me encantaban.
Ahora tocaba centrarnos y retomar cada uno nuestras obligaciones, puesto que en el verano nos habíamos relajado. La primera medida que teníamos que tomar era la de irnos a dormir antes. Para mí era muy importante descansar bien, sino no podía rendir al día siguiente. Mara estaba acostumbrada a acostarse a media noche y yo lo hacía más tarde. Al día siguiente nos despertábamos tarde y no pasaba nada. Pero ahora habría que empezar a madrugar por lo que Mara necesitaba descansar entre 9 y 10 horas diarias. Yo me conformaba con dormir entre 7 horas.
El curso escolar que empezaba Mara sería algo más exigente y tendría que dedicar más tiempo a los deberes y al estudio. Ya no iba a jugar tanto con su tablet o vería tanta televisión salvo los fines de semana y los festivos. Durante el verano no había hecho deberes ni repasado puesto que el curso anterior sacó buenas notas. Se ganó el derecho a descansar y en ese tiempo no tocó ni un libro. Yo le bromeaba y le decía que el primer día de clase le saldría humo de la cabeza por no haberla usado en todo el verano.
Me gustaba el verano para entrenar pero hacía bastante calor incluso para mí y entrenar no resultó sencillo. A principios de agosto quería correr una carrera de 100 Km y el día que me iba a inscribir la suspendieron, así que me relajé. Seguí corriendo todos los días, pero solo lo justo. Fue más productivo tomárselo con tranquilidad, la idea era la de empezar a entrenar con normalidad el mes de septiembre.
Por eso ahora tocaba ponerme las pilas. Una semana iba a estar con Mara y otra no, me apañaba así. Además tenía del trabajo bastantes días de fiesta que tenía que gastar antes de acabar el año y eso también era un buen balón de oxígeno.