243-MI UNIVERSO. ENERO 2022

COMIENZA EL RETO

Javier Sanmartín Soler

Era el primer día del año 2022 y quería empezar pronto corriendo. A las diez de la mañana salí de casa, hacía frío y estaba nublado. El termómetro marcaba 5ºC pero la sensación térmica era menor. Al haber niebla no había aire lo cual era de agradecer. Llevaba mallas largas, camiseta térmica, cortavientos, un buff para el cuello, gorro y guantes. Con todo eso no iba a pasar frío. Estaba algo congestionado puesto que unos días antes Mara me había pegado un resfriado que ella ya había pasado. En la calle con el frío se respiraba mejor que en casa.

Fui al parque mientras escuchaba música. Había poco tráfico y se veían pocas personas por la calle. Atravesé el parque y luego crucé un puente para bordear el río. Pasé una pasarela y continué hasta el Pilar. Paré un momento en una fuente, bebí agua y después ya regresé a casa. Al llegar ya era mediodía. Estaba algo cansado y mis piernas estaban cargadas, pero anímicamente me encontraba bien. El mes anterior había corrido casi todo el tiempo en cinta y al final esas cosas se notan.

Me duché y me entretuve haciendo varias cosas. Luego fui andando a comer en casa de mis padres junto con mi tía, mi hermano, su mujer y mis sobrinas. No me apetecía mucho puesto que Mara no estaba conmigo. El mes anterior Mara había estado 28 días en casa y estuvimos bien pero el 31 de diciembre me quedé solo. Para mí las navidades habían terminado ese mismo día puesto que ya no estaba con mi hija. Pero no pasaba nada, estaba acostumbrado a vivir así.

Al llegar a casa de mis padres saludé a mi tía y poco después llegó mi hermano con su familia. Estuve con ellos hasta media tarde y luego regresé a mi casa dando un paseo. A esa hora ya no apetecía estar mucho rato por la calle puesto que ya era de noche y hacía frío. Al llegar a casa me puse a hacer mis ejercicios puesto que por la mañana no los había hecho.

Mas tarde hablé por teléfono unos minutos con Mara para ver que tal estaba y que tal había empezado el año. Me contó que se había echado a las tres de la mañana y que se lo había pasado bien. Después de eso preparé la cena, vi la tele y me acosté tarde.

El siguiente día era Domingo y tenía que trabajar de tarde. Me desperté casi a las diez de la mañana. Me tomé un vaso de leche y me puse a hacer mis ejercicios en casa. Como iba justo de tiempo me preparé la mochila con las cosas de correr, la comida y me fui al gimnasio. Entrené en el gimnasio 2h en la cinta de correr y luego me di una buena ducha con agua caliente. Después fui al trabajo. Afortunadamente tenía el gimnasio y el trabajo a poco más de un kilómetro y medio de distancia desde mi casa, lo cual era importante ya que apenas perdía tiempo en los desplazamientos. Aun así iba en moto ya que siempre iba con el tiempo justo.

Antes del verano cambié de puesto trabajo por lo que no llevaba mucho tiempo pero me había adaptado bien y estaba a gusto. Trabajaba de lunes a viernes de mañanas o de tardes. La semana que tenía a Mara trabajaba de mañanas y la semana que no la tenía hacía las tardes. Además de eso una vez al mes trabajaba un sábado o un domingo.

Comí gazpacho, un par de sándwiches y dos naranjas. mientras mi compañero se tomaba un café. La tarde transcurrió sin incidencias y a las 20 h ya estaba en casa. Al día siguiente empezaba a trabajar la semana de tardes pero el jueves era día de Reyes por lo que era festivo y no tenía que trabajar. Como los dos primeros días había entrenado bien y había corrido más de 50 Km me preparé una cena abundante. Después me tumbé en el sofá y me relajé hasta que me quedé dormido.

El lunes 3 me levanté pronto. Tenía por delante toda la semana para organizarme y poder entrenar. Quería aprovechar el tiempo. A las 9 h ya estaba corriendo en la cinta del gimnasio y terminé a las 11 h. Por las mañanas aún hacía frío para correr por la calle y ya que tenía pagada la cuota... después regresé a casa para hacer mis ejercicios, comer y luego ir a trabajar.

Como el jueves 6 no estaba con Mara decidí subir al pirineo a ver a una amiga para hacerle compañía el día de Reyes. Era consciente de que ese día no podría correr mucho por lo que otro día de esa semana tendría que recuperarlo.

El día 4 corrí 25 Km y no pude hacer más cosas puesto que luego tenía que comprar. El miércoles 5 cambié de turno y trabajé de mañanas. Para mí era mejor ya que hasta el viernes 7 no entraría a trabajar hasta la tarde y así tenía casi dos días para descansar.

El jueves por la mañana me levanté a las 8 h y diez minutos antes de las 9 h me fui a la montaña. No había tráfico por la carretera, era un día festivo y casi todo el mundo estaba en casa. Me acordé de Mara mientras conducía. La carretera estaba en buen estado y no había nieve ni heladas aunque hacía frío. La temperatura no era mala pero los días de antes había hecho calor y la temperatura había llegado a los 17ºC. A las 11:20 h llegué

Sobre mediodía salimos a caminar 11 Km por un camino. Hacía frío y algo de aire pero el sol brillaba. Al acabar nos tomamos una cerveza en la terraza de una cafetería. Después comimos pasta rellena con un solomillo de carne. Estaba todo muy bueno y después comimos roscón de postre.

A las 17 h salí dirección a Zaragoza ya que quería conducir de día y a las 18:30 h ya estaba en casa. Cuando llegué no era tarde pero ya era de noche y como era festivo el gimnasio estaba cerrado. Por lo que corrí en la cinta de casa. A las 20 h intenté hablar con Mara y a las 20:30 h también pero no me lo cogió. Al día siguiente tenía que hacer muchas cosas por lo que no me acosté muy tarde.

El viernes 7 era el último día de la semana que trabajaba de tardes. A las 8 h me desperté, desayuné y me fui a correr al gimnasio. A las 10 h abrían las tiendas y comenzaban las rebajas. Sobre las 10:10 h salí del gimnasio después de correr 15 Km y me fui al centro comercial. Quería mirar ropa para Mara y algo para mí. A las 10:30 h llegué y había bastante gente, pero aún se podía comprar.

Di una vuelta de reconocimiento para tantear los descuentos de las tiendas que me interesaban. Cuando lo tuve claro compré las cosas que me hacían falta y merecían la pena. Antes de las 13 h me fui, ya me empezaba a agobiar la gente que había. Dejé las cosas que había comprado en el armario y me preparé la comida. A las 14:30 h entraba a trabajar. Después de ir corriendo a todos sitios desde que me había levantado ir a trabajar era recobrar la normalidad y lo hacía con gusto. De hecho iba relajado.

El sábado 8 corrí 47 Km. Era el primer fin de semana entero que tenía libre de compromisos sin tener a Mara y quería aprovechar. Aun arrastraba un pequeño resfriado y en la calle hacía frío para correr por lo que lo hice en el gimnasio. Los primeros 22 Km los corrí por la mañana y los otros 25 los corrí por la tarde. Correr en la cinta no era lo mismo que en la calle pero por lo menos no dejaba de entrenar.

El día 9 era domingo y notaba algo cargadas las piernas por lo que decidí solo correr 12 Km. El resto del día hice las tareas de la casa, pero después me relajé y descansé. La primera semana completa había corrido 100 millas (160 Km), no es que fuese mucho pero para empezar el año estaba bien. Al día siguiente ya volvía a tener a Mara y la previsión de entrenar era menor, pero con eso ya contaba.

El lunes día 10 ya tenía que hacer malabares para poder trabajar, entrenar y estar con Mara. Si esa semana podía correr entre 70 y 80 Km me daba por satisfecho. Trabajé de mañanas y me pude ir 15 minutos antes cosa que hizo que pudiese correr un rato más. Al día siguiente me dejaron irme 1 hora antes y pude correr el doble de lo que te tenía que hacer.

El miércoles 12 fui al parque porque tenía que subir bancos. En poco más de una hora había subido 800 bancos sin casi bajar el ritmo que llevaba. Era la primera vez que lo hacía por lo que tampoco quise excederme. Al día siguiente corrí 15 Km en la cinta ya que notaba las piernas algo cansadas.

El viernes 14 me había pedido el día libre en el trabajo. Dejé a Mara en el colegio y me fui al gimnasio. Después de correr 22 Km me fui a comprar puesto que el centro comercial estaba cerca y podía ir caminando. Después de comprar y dejar las cosas en el coche me comí un plátano, un bollo y volví al gimnasio a correr. Estuve unas 2 h y 15 min y corrí otros 25 Km. Después de darme una buena ducha y relajarme regresé a casa.

Eran las 15 h y si comía tendría que esperar para hacer la digestión por lo que no podría hacer los ejercicios que realizaba en casa. Así que recogí la compra y sin demora me puse a hacerlos. Pasadas las 16 h por fin pude comer y a las 16:35 h salí de casa para recoger a Mara del colegio. Para los dos ya era fin de semana y nos podíamos relajar.

El sábado 15 venían mis padres, mi tía y la familia de mi hermano a comer a casa. Antes de comer yo ya había corrido una hora en la cinta de casa. El domingo 16 estuvimos tranquilos en casa y por la tarde fuimos a ver a Adolfo. La semana había finalizado bien en cuanto a los entrenamientos puesto que hice bastantes más kilómetros de los que en un principio esperaba. Conseguir eso no fue sencillo puesto que constantemente tenía que aprovechar todos mis recursos para poder atender todo sin que nada me desconcentrara.

Al día siguiente en cuanto dejé a Mara en el colegio fui a casa a dejar el coche. Tenía que ir al trabajo y cambiarme para hacer un curso. Había empezado a las 08:30 h pero yo hasta las 09:45 h no aparecí. Era lo que había y ya había avisado de que iría tarde. Hacía mucho frío ya que esa semana daban heladas por las mañanas. Cuando llegué estaba destemplado.

Por la tarde fui al gimnasio y corrí 35 Km. Acabé satisfecho puesto que el último kilómetro lo pude correr a 3 minutos 30 segundos. Al día siguiente trabajaba de tardes por lo que no me eché muy tarde ya que tenía que aprovechar la mañana para entrenar.

Esa semana no tenía a Mara por lo que tenía que aumentar el volumen de kilómetros. El viernes 21 por la tarde me pusieron la tercera vacuna del Covid 19 mientras trabajaba de tardes. En el momento no me molestó, pero por la noche no me encontraba del todo bien. A la mañana siguiente me levanté con malestar y con molestias. Hice el esfuerzo de correr, pero solo hice 20 Km. Quería hacer más pero no me sentía con ganas de seguir, estaba destemplado y tenía escalofríos.

Por la tarde tenía que entrenar, pero no pude, además quería hacer cosas en casa y tampoco pude. Estaba fundido y no tenía energía. Decidí ser prudente, descansar y recuperarme. Al día siguiente ya vería como estaba para entrenar. Estaba cansado de tanta vacuna, en un año me habían puesto tres dosis y dos me habían dado problemas. Era el precio que tenía que pagar por vacunarme y ya no me hacía gracia.

Por otro lado, ya me estaba saturando de correr casi todos los días en la cinta pero no tenía más opciones. Por las noches hacía mucho frío y al amanecer los termómetros registraban temperaturas menores de cero grados. A las 15 h era cuando mejor se estaba puesto que si salía el sol se llegaba a alcanzar una temperatura de 12 ºC. Pero a las 18:15 h comenzaba a bajar de nuevo la temperatura.

Además para paliar la monotonía que suponía correr en la cinta veía series o películas en el teléfono. Pero había corrido tanto que sin darme cuenta había agotado los datos que tenía en el teléfono. Menudo desastre...

El domingo 23 Mara había cogido el Covid. No era una buena noticia y la recibí mientras estaba corriendo en el gimnasio. No estaba mal pero había pasado una noche intranquila y se había despertado con dolor de garganta. La semana siguiente que tenía que estar conmigo no la podría tener. Además el martes 25 era su cumpleaños y hacía 10 años. Pensé en las opciones que tenía porque no quería estar dos semanas sin verla, pero no había alternativas. Acabé resignado sin poder hacer nada y regresé a casa después de correr 38 Km. La semana había concluido y había corrido 191 Km que no estaba nada mal.

El lunes 24 ya no tenía apenas molestias por la vacuna. Trabajé de mañanas y al salir fui a entrenar. Después fui a casa, a comprar y luego a casa de mis padres puesto que era el cumpleaños de mi madre. Al regresar a mi casa ya era de noche y hablé con Mara por teléfono. Se encontraba mejor y apenas le dolía nada por lo que me dijo que si quería podría verla un rato el día de su cumpleaños mientras dábamos un paseo.

Al día siguiente en el trabajo viajé a Tarragona y pasé una mañana tranquila. Al salir fui a casa, me preparé la mochila del gimnasio y cogí el coche puesto que a las 16 h había quedado en ver a Mara. Hacía sol y el termómetro marcaba 13 ºC. Al llegar Mara salió abrigada y fuimos a dar un paseo por el monte. Estaba bien y estaba contenta, eso era lo importante. Los dos llevábamos mascarillas pero en el fondo a mi no me importaba mucho que ella me contagiase y valoraba más estar con ella. A las 17 h terminamos y le di unos libros que el día de antes había comprado para ella. La idea era que se distrajese leyendo puesto que no podía salir de su cuarto.

Al despedirme fui a entrenar pero no tenía muchas ganas y solo hice lo justo. La semana anterior había pedido dos días de fiesta en el trabajo para estar con Mara el jueves 27 y el viernes 28. Además el lunes 31 era San Valero por lo que me iba a juntar con cinco días para poder estar con ella. Pero todo eso se había esfumado y en ese momento no me encontraba animado.

El miércoles 26 había que volver a la rutina y asumir que no iba a ver a Mara en unos días. Después de trabajar tenía la tranquilidad de que hasta el martes 1 de febrero me podía relajar. Los días que tenía de fiesta los quería aprovechar para entrenar, descansar y hacer cosas pendientes.

Cinco días antes de acabar el mes ya había hecho los kilómetros que tenía previstos. Con llegar a los 600 ya me daba por satisfecho. Eran bastantes y salía a una media de 150 Km semanales.

Pero aún me quedaban unos días para acabar el mes y los quería aprovechar. El jueves 27 corrí 45 Km, el viernes 28 fueron 25 y el sábado 35. El día 30 solo corrí 15 Km porque a medio día fui a volar con Adolfo. Pocas cosas hacían que dejara de correr, pero esa merecía la pena. Estuvimos volando casi un par de horas bajo un sol radiante. Después de eso fuimos a casa a comer y por la tarde estuvimos jugando a los dardos en la terraza de casa. Fue un buen día.

El lunes 31 acababa el mes, me desperté con tranquilidad y a las 11:30 h aparecí por el gimnasio. Era festivo “San Valero” y el gimnasio estaba abierto hasta las 15 h. A las 14:30 h dejé de correr tras haber hecho 33 Km, me duché y a las 14:50 h me fui. El resto del día estuve tranquilo en casa descansando.

Al final del mes había corrido un total de 753 Km que era una pasada. Salía una media de 24,29 kilómetros al día. Pero no había sufrido mucho puesto que prácticamente todo lo había hecho en la cinta de correr. Podía haber corrido más, pero de seguir esa dinámica tampoco iba a mejorar y no era lo que pretendía. La carga de trabajo era buena pero la intensidad no era la adecuada. Aún con todo no había que ser negativo, era el primer mes y habían surgido imprevistos.

El invierno poco a poco desaparecería y las horas de luz de los días aumentarían. Esto solo era un avance de lo que iba a venir.

ENERO 2022

La actividad física que realicé repartida por semanas fue la siguiente:

Semana 1: PA 4, Carreras 7, total 161 Km.

Semana 2: PA 4, Carreras 7, total 131 Km.

Semana 3: PA 4, Carreras 7, total 191 Km.

Semana 4: PA 5, Carreras 7, total 183 Km.

Días sueltos (1, 2 y 31): PA 3, Carreras 3, total 87 Km.

Total mes 31 días: 20 PA y 31 Carreras (753 Km).