242-MI UNIVERSO. SEGUIR ADELANTE

BUSCAR NUEVOS RETOS

Javier Sanmartín Soler

Después de correr una carrera como la Transgrancanaria me encontraba bien. Había sido una experiencia única que me iba a servir de aprendizaje para futuras carreras. Quería seguir corriendo aunque no tenía claro lo que iba a hacer. Era lógico ya que después de participar en una gran prueba las demás me parecían poca cosa. Pero tenía que continuar buscando nuevos retos.

Durante ese periodo surgió la oportunidad de comprar una moto nueva. Se trataba de una Yamaha XSR 700. Las condiciones de venta eran buenas por lo que me decidí. Tardó un tiempo en venir por las restricciones que aun existían. La moto era japonesa, aunque estaba en un almacén de Italia y fue de las primeras que se entregaron en la ciudad después del final del confinamiento.

En cuanto al tema deportivo seguía entrenando pero no sabía que dirección tomar, Era un corredor atípico y sentía que no encajaba con la mayoría de los corredores. No por nada, sino porque me gustaba entrenar solo y no era competitivo. Era extraño de explicar pero disfrutaba a mi manera que no era la convencional.

Como no seguía pautas para correr todos mis entrenamientos eran improvisados. De momento iba a seguir haciendo la rutina que hacía ya que me encontraba cómodo y no me había ido mal. Quería progresar más pero tampoco tenía prisa para hacerlo. Tenía mis obligaciones que no podía anteponer a correr. Pero también quería encontrar un punto de equilibrio en el que pudiese compatibilizar todo.

Con esas ideas fue pasando el tiempo y estuve entretenido un tiempo. Pero a finales del año 2021 algo nuevo rondaba mi cabeza. Yo entrenaba y descansaba a mi antojo, pero me fijé que había corredores que apenas descansaban en todo el año nada más que un par de días contados. Eran pocos pero los había. No sé porque, pero ese dato me llamó bastante la atención. Entonces me cuestioné si yo podría ser capaz de hacer algo así. Parecía una locura pero me veía capaz de hacerlo. Así que antes de que acabase el año quise ver si podía salir a correr todos los días.

No recuerdo bien si lo logré o me salté algún día por las navidades. Lo que si recuerdo es que después de eso tuve el convencimiento de que podía hacerlo sin problemas. Se me daba bien correr y de un día a otro me recuperaba perfectamente.

Así que el 1 de enero del año 2022 oficialmente empecé a hacerlo de forma continua para ver cuando podía aguantar. La idea era correr los máximos días del año y como mucho dejar de hacerlo unos pocos. Si surgía algo de fuerza mayor lo dejaría, pero quería intentarlo. Para hacerlo me impuse dos condiciones que siempre se tenían que cumplir y que eran:

La 1ª era que cada día tenía que correr la distancia que fuese. Pero todos los días había que correr.

La 2ª era que tenía que correr antes de que terminase el día, o sea antes de las 00:00 h.

Tenía suficiente ropa como para poder correr en el gimnasio y en la calle independientemente del clima y la estación del año que fuese. También disponía de varios lugares en los que podía correr sin que las condiciones climáticas me afectasen. Podía correr en casa, en el gimnasio o en la calle. La cinta de casa la podía usar cuando tenía cerrado el gimnasio o cuando estaba con Mara. El gimnasio lo usaba en invierno cuando los días eran más cortos y hacía más frío. En la calle podía correr en cualquier momento y si llovía también tenía localizados varios lugares que estaban cubiertos.

¿Cuánto tiempo podría hacerlo? De momento empezaba esa aventura que no sabía hasta donde me iba a llevar. Pero que yo personalmente emprendiese este viaje no cambiaba nada. Lo hacía porque yo mismo lo decidí. Nada iba a cambiar salvo mi exigencia que yo mismo imponía. Nadie iba a salir perjudicado y esperaba que tampoco hubiese daños colaterales. Estaba preparado para empezar ya que tenía bastante tiempo libre para entrenar. No tenía excesivas ataduras y podía centrarme en hacer lo que quería.

Había encontrado otra excusa perfecta para salirme con la mía y seguir haciendo deporte. Era mi manera de disfrutar. Quería aprovechar puesto que no sabía lo que podría aguantar. Empezaba algo ilusionante, que definía lo que yo era y que se podía resumir en dos palabras: “no parar”.