221-MI UNIVERSO. LA SEMANA BESTIAL

UNA SEMANA BASTANTE INTENSA

Javier Sanmartín Soler

La semana que iba del 20 de enero al 26 quería comprobar cómo estaba. Quedaba un mes y una semana para viajar a Gran Canaria y correr. Las navidades ya habían pasado y había cogido dos kilos de peso. Ya no disponía de mucho más tiempo y notaba cierta presión. Por eso era importante darme cuenta de que estaba entrenando bien y comprobarlo.

El lunes 20 trabajaba de mañana por lo que mis padres llevaron a Mara al colegio. Esa misma semana (el día 25) Mara cumplía 8 años. Cuando me desperté bajé a Lana a la calle y luego me fui a trabajar. Me fastidiaba irme de casa así pero prefería que mis padres llevasen a Mara al colegio ya que para ella era más sencillo todo y si no me veía no le costaba despedirse de mi.

Como esa semana iba a hacer frío decidí entrenar en el gimnasio, además todos los días quería doblar entrenamientos por lo que era lo más adecuado para aprovechar el tiempo.

Al salir de trabajar fui a correr 2 horas, luego fui a casa para merendar y más tarde regresé al gimnasio para entrenar otra hora. A las 22 h entraba por casa, puse la lavadora con la ropa sucia, preparé las cosas para el día siguiente, cené y me acosté.

Al día siguiente hice lo mismo pero además tenía que hacer otra hora de ejercicios en casa. Al meterme en la cama estaba rendido y me dormí pronto. El miércoles salí pronto de trabajar y entrené 2 horas. Como iba bien de tiempo cuando regresé por segunda vez al gimnasio entrené otras 2 horas y luego en casa una hora más de ejercicios. Era la mitad de semana y quería forzarme un poco para ver qué pasaba.

El jueves me ofrecieron la posibilidad de trabajar el sábado por la tarde. Me iban a compensar bien por lo que acepté. Era el cumpleaños de Mara pero no iba a estar conmigo sino con su madre. Era un inconveniente ya que para el fin de semana se supone que tenía que entrenar más pero aun así acepté. Al salir de trabajar fui a correr 2 horas y luego fui a casa a merendar. Estaba algo cansado y me quedé dormido unos minutos sentado en una silla de la cocina. De repente sonó el teléfono y era mi amigo Alex que necesitaba dejarme en el trastero un lavavajillas ya que no le cabía en el suyo. Le dije que sí y quedamos en un par de horas. Tenía tiempo para volver al gimnasio ya que me había despejado. A las 20:15 ya estaba en casa y mientras esperaba fui adelantando faena. Al llegar Alex nos dio tiempo a descargar el lavavajillas y a tomarnos un café rápido en un bar. A las 21 h ya estaba en casa haciendo mi rutina de pesas y abdominales.

El viernes 24 había quedado con mi amigo Adolfo para cenar. Ese día después de trabajar me fui a casa a echarme la siesta, lo necesitaba. Después fui a correr 2 horas, descansé un rato y luego entrené otras 2 horas y 11 minutos. Esa noche me apeteció cenar una ensalada puesto que para merendar había comido unos donuts y corriendo había bebido 1´5 litros de bebida isotónica. También me tomé una jarra fría de cerveza con limón.

Al día siguiente era el cumpleaños de Mara. Mi pequeña ya era toda una mujercita, la llamé para felicitarla y luego me fui a entrenar. Se me hizo tarde por lo que solo pude correr 31 Km, luego me tenía que ir a trabajar.

Por suerte la tarde fue tranquila y pasó rápidamente. Una hora antes de salir se puso a llover con fuerza. Había ido en moto a trabajar y no estaba lejos de casa pero llovía tan fuerte que con solo unos minutos bajo la lluvia te calabas. Al acabar de trabajar seguía lloviendo, estaba cansado y quería marcharme por lo que no me importaba mojarme. Al llegar al garaje de casa estaba completamente mojado y me recordó años atrás cuando vivía en Mallorca. Allí solo disponía de la moto para desplazarme y cuando llovía tenía que conducir bastante tiempo bajo la lluvia. Pero ahora era distinto. Sonreí y subí a casa para cambiarme y terminar de entrenar.

El domingo era mi último entrenamiento y estuve casi 6 horas haciendo deporte por la mañana. Por la tarde aproveché para descansar y limpiar.

La semana había sido intensa pero había merecido la pena. Había trabajado 6 días y entrenado 30 horas. Era una barbaridad, nunca había entrenado tanto. Por días esto era lo que hice:

Día 20 lunes: Carrera 22 Km y 12 Km.

Día 21 martes: PA, Carrera 22 Km y 12 Km.

Día 22 miércoles: PA , Carrera 22 Km y 22 Km.

Día 23 jueves: PA, Carrera 22 Km y 12 Km.

Día 24 viernes: Carrera 22 Km y 24 Km.

Día 25 sábado: PA, Carrera 31 Km.

Día 26 domingo: PA, Carrera 23 Km y 27 Km.

TOTAL SEMANA: 5 PA Y Carrera 273 KM

Había hecho una media de 39 Km al día. Con solo haber corrido dos horas más (o sea 3 Km/día) podía haber alcanzado los 294 Km que equivalían a correr un maratón diario. Pero ese no era el objetivo (aunque ya lo tenía en mente para otra vez). De momento iba por el buen camino.

Estaba satisfecho y orgulloso, lo mejor era que no había descuidado ninguna de mis demás obligaciones fuera del deporte. Pero no me podía emocionar en exceso ya que tenía que ser prudente y esperar para ver si la siguiente semana podía entrenar con normalidad o el sobreesfuerzo me pasaba factura. Pero de momento había conseguido algo grande y había logrado una semana perfecta.