216-MI UNIVERSO. LOS PREPARATIVOS
QUE ES LO QUE HAY QUE TENER EN CUENTA
Javier Sanmartín Soler


Preparar una gran carrera como la Transgrancanaria no era sencillo. La logística es diferente de una carrera popular. Son pruebas que necesitan mayores preparativos. Solo para estar en la línea de salida se requiere de numerosos esfuerzos. Hay que contar con la infraestructura que cada corredor lleva. La carrera implicaba que habría corredores profesionales. Eso significa que habría patrocinadores y equipos de respaldo como nutricionistas, fisioterapeutas, etc... Tener a estos corredores daba prestigio a la carrera pero el grueso de los atletas no serían profesionales. Independientemente del nivel que tuviesen y del equipo que estuviese detrás, si quieres terminar tienes que prestar atención a muchas cosas y prepararlas.
Meses antes de la carrera me había encargado de comprar los billetes de avión. También había reservado el apartamento donde nos íbamos a alojar y alquilado un coche para desplazarnos por la isla. Eso fue sencillo. Sin embargo los días de antes de la carrera tenía que ser más minucioso y prever todo lo que iba a necesitar para correr en las mejores condiciones. No quería dejar muchas cosas al azahar, o improvisar y quería tener casi todo calculado. Que estuviese todo bajo control era imposible ya que conforme avanzase la carrera irían apareciendo complicaciones. Pero al menos tenía que saber hacer frente a las dificultades habituales que me iba a encontrar.
Tenía preparadas dos mochilas con todo el material que iba a necesitar. En condiciones normales con cada una de ellas podía hacer un máximo de 60 Km de autonomía sin necesitar ningún tipo de ayuda. Una llevaba la bolsa de hidratación de 2 litros y la otra de 1´5 litros. Estas bolsas iban alojadas en la parte trasera de la mochila, pegadas a mi espalda y solo iban a llevar agua. En la parte delantera iban dos botellas flexibles de 500 ml, una llevaba una bebida carbónica (Coca Cola) y la otra estaba llena de bebida isotónica.
Además por los bolsillos de la mochila llevaba geles energéticos, comida, ropa, el material que exigía la organización y el que yo consideré que iba a utilizar. Todo estaba perfectamente localizado por si durante la carrera tenía que hacer uso de algo. El peso de la mochila estaba distribuido correctamente para que no tuviese problemas. Una pesaba poco más de 3 Kg y la segunda unos 3´5 Kg. La más pesada era la que primero iba a utilizar en el primer tramo de la carrera.
Todo el material tenía su importancia. ¿De qué me servía toda la preparación previa si luego por un pequeño detalle echaba la carrera a perder?. Llevaba el material exigido para la carrera por si me lo pedían en cualquier momento. Pero muchas de las cosas que llevaba no las iba a usar. La manta térmica, el teléfono, un silbato... por lo que en cuanto a dimensiones y pesos intenté que fueran reducidos. Era una carrera tan exigente y larga que tenía que pensar todos los posibles escenarios.
Por suerte también contaría con la inestimable ayuda de mi amigo Adolfo que él también se iba a encargar de la logística. El sería el encargado de conducir. De llevar el coche desde Zaragoza al aeropuerto de Madrid. Luego conduciría el coche de alquiler en Gran Canaria y finalmente iba a llevar el coche el viaje de vuelta a Zaragoza. Conducir se le daba bien y no se cansaba. Yo en ese aspecto era más vago. El había trabajado años atrás conduciendo y se desplazaba sin problemas. Además gracias a eso yo podría hacer acopio de energías y reservarme solo para la carrera. También se encargaría de facilitarme lo que necesitase durante la carrera e intentaría llegar a todos los avituallamientos. Tenía mucha suerte de poder contar con él, yo solo tenía que correr y él se encargaría de lo demás. El era el mejor equipo que podía tener y para mí era insustituible.
Pero cada carrera era una aventura puesto que yo no contaba con ninguna ayuda más y entrenaba por sensaciones. No me gustaba madrugar, hacer series o seguir planes de entrenamiento. No tenía experiencia en carreras tan largas. Había entrenado pero no sabía si lo que había hecho sería suficiente para poder acabar con ciertas garantías. Entraban dentro de la normalidad que tuviese dudas. Muchos de los aspectos que dependían de mi en la carrera los tenía controlados pero había cosas que no había preparado y otras que escapaban de mi control. Ya veríamos como solucionaría los problemas conforme fueran apareciendo, solo esperaba estar a la altura.