212-MI UNIVERSO. LA SEMANA PERFECTA

POR LO MENOS CUMPLO UNA SEMANA

Javier Sanmartín Soler

La semana del 21 de octubre al 27 tenía a Mara. Los días 21 (lunes) y 24 (jueves) me los cogí de vacaciones en el trabajo. A las 11 horas del 21 Mara tenía que ir al oculista para que comprobaran la vista. Fue rápido, todo estaba bien y a las 12 h ya estaba de vuelta en el colegio. En el trayecto de vuelta en el coche estuvimos charlando y se notaba que estaba contenta.

Luego regresé a casa y a las 13 h me fui a correr 25 Km y regresé a las 15:35 h. Me duché, puse una lavadora y comí. A las 16:35 h salía de casa para recoger a Mara del colegio. Mara merendó en el coche de camino al gimnasio. A las 17:30 volví a correr otros 25 Km pero esta vez en la cinta. Los dos estuvimos entretenidos, Mara jugando con unas amigas y yo viendo una serie. A las 20:10 h salimos del gimnasio y la dejé en casa de mis padres duchándose.

Mientras yo regresaba a mi piso para cambiar el coche por la moto para ir a trabajar al día siguiente. Los días que Mara tenía colegio nos quedábamos a dormir en casa de mis padres ya que por la mañana yo tenía que irme antes a trabajar y mis padres se encargaban de llevarla al colegio. Así Mara no madrugaba ya que se levantaba a las 8 h y a mis padres no los mareaba viniendo temprano a mi casa.

A las 20:35 h Mara ya se había duchado, puesto el pijama y esperaba la cena mientras veía los dibujos. Como norma intentaba que Mara cenase sobre las 21 h entre semana, le encantaba hacerlo mientras veía la tele. Yo lo hacía mientras recogía las cosas del gimnasio, fregaba y preparaba las cosas para el día siguiente. A las 22 h Mara se lavaba los dientes y se metía a la cama. Antes de dormirse jugábamos un rato o ella me preguntaba cosas y a las 22:30 ya estaba roncando. Dependiendo del día yo me ponía a mirar cosas por internet con el teléfono o ver alguna película, pero ese día estaba tan cansado que sobre las 23 h ya estaba dormido.

A las 07:02 h del día 22 sonó el despertador, desayuné, saqué a Lana a dar un paseo y me fui a trabajar. En cuanto finalicé de trabajar fui corriendo a casa para hacer mi rutina de ejercicios, preparar la merienda, las cosas del gimnasio y fui a recoger a Mara del colegio. Pasadas las 20 h salíamos del gimnasio y otra ver se repetía la rutina del día anterior. De momento Mara no hacía deberes y se lo pasaba muy bien en la ludoteca del gimnasio. Conocía a todos ya que era bastante sociable y se relacionaba perfectamente con los niños de su edad. Yo sin embargo desde que entraba y me subía en la cinta de correr apenas hablaba con nadie. Siempre iba pillado por el tiempo... aun así estaba contento con lo que hacía.

El miércoles al salir del gimnasio nos fuimos a dormir a mi piso dado que al día siguiente no trabajaba. Así al día siguiente al dejar a Mara en el colegio me fui a correr. Por la tarde Mara tenía un cumpleaños al que los papas no podíamos quedarnos por lo que hasta que salió tuve 3 horas de relax que las dediqué a dar una vuelta por el centro.

Los viernes eran maravillosos yo dejaba de trabajar, Mara terminaba el colegio y podíamos relajarnos algo más con los horarios. De lunes a viernes había hecho ya mi rutina de ejercicios en casa por lo que de cara al fin de semana solo me quedaba correr.

Esa semana me propuse correr 200 Km. Lo normal para poder hacer eso bien era estar de vacaciones, sin trabajar, sin encargarme de Mara y teniendo las mínimas obligaciones. Tenía que sacar unas 25 horas de mi tiempo y dedicarlas a hacer ejercicio. Era complicado... y tenía que renunciar a muchas cosas para poder hacerlo.

Pero por otro lado ya había pasado tiempo y no entrenaba como debía para la carrera de marzo. Entrenar claro que entrenaba pero tampoco me esforzaba al máximo y cada vez me quedaba menos tiempo. Por eso esa semana cumplí con el objetivo.

El sábado 26 solo pude correr 23 Km en la cinta puesto que me faltaron 15 minutos más de tiempo por salir tarde de casa. Resulta que los fines de semana el gimnasio tenía 3 horas la ludoteca abierta que eran de 10:30 h a 13:30 h. Era un horario amplio para cualquier persona, pero a veces se quedaba corto para mí. Como máximo podía correr 28 Km si iba nada más abrir y luego tenía 15 minutos para ducharme, cambiarme y recoger a Mara. Todo lo que superase la hora corriendo en la cinta era sudar y estar una media de 2 horas y media ya era exagerado.

Por la tarde vimos la televisión, salimos a comprar y dimos una vuelta. Al día siguiente y con la lección aprendida llegamos al gimnasio a las 10:30 h y pude correr 27 Km. Con ese último entrenamiento pude llegar a los 200 Km esa semana. Estaba satisfecho de poder haberlo conseguido. De esos 200 Km 50 los había corrido en el exterior y el resto en la cinta. Hubiese preferido haberlos hecho todos en la calle, pero tenía a Mara esa semana.

Para mi poder hacer 5 días de ejercicios en casa y llegar a los 200 Km era una semana perfecta. Por la tarde estuvimos jugando a la consola y las 20 h nos fuimos a casa de padres puesto que Mara al día siguiente tenía colegio. Para Mara también fue un buen fin de semana.