200-EL ORIGEN. LA SEMILLA
ALGO A COMENZADO A CRECER
Javier Sanmartín Soler


La semilla o simiente es la parte del vegetal mediante la cual se propagan los vegetales. La semilla se produce por la maduración de un óvulo. Contienen un embrión del que puede desarrollarse una nueva planta si se dan las condiciones idóneas. Son una fuente de alimento almacenada y están envueltas con una cubierta protectora. La mayoría de las frutas tienen la semilla en el interior.
Las primeras plantas que existieron hace millones de años se reproducían mediante esporas. Las semillas han evolucionado de diferentes manearas y buscan las condiciones más favorables para la vida y el crecimiento. Por eso la misión de las plantas es propagarse y aumentar su población.
Es muy importante cuidar de las semillas desde el principio para que puedan alcanzar el máximo rendimiento en su producción. La función de una semilla es proteger el embrión y proporcionar todos los nutrientes necesarios hasta la germinación. Las semillas pueden tener todo tipo de formas, apariencias, tamaños y colores.
Las semillas poseen una alta capacidad de espera hasta que las condiciones les son favorables para su desarrollo. De ellas nacen las plantas que a su vez producirán nuevas semillas, perpetuando así el ciclo. Las semillas siempre han sido fuente de vida y antiguamente tenerlas era un símbolo de riqueza. Existían espacios para almacenarlas y preservarlas. La cultura andina tiene una vinculación especial con ellas ya que considera que tienen vida, espíritu y memoria.
Parece fácil de entender... de una cosa pequeña sale una planta. ¿pero cómo es posible que ocurra eso? Es un proceso sencillo que encierra algo de magia. También albergan un profundo significado espiritual y simbólico que se utiliza para transmitir enseñanzas sobre la fe, le esperanza y el crecimiento interno.
Una semilla puede ser algo pequeño, lo es. Puede ser algo insignificante, irrelevante y que nadie presta la atención debida. Es lo más normal, la gente no se suele fijar en las cosas pequeñas. Pero tampoco hay que menospreciarlas. Aunque a simple vista se trata de algo frágil, su complejidad es asombrosa.
Una semilla también representa un comienzo y normalmente los inicios suelen ser discretos y pasan desapercibidos. Si todo le es favorable puede convertir en algo grande pero esto no siempre sucede. Hay que dedicarles tiempo, esfuerzo, cuidarlas, mimarlas y poco a poco crecerán. Representan la esperanza y un nuevo comienzo. De hecho se consideran una metáfora de supervivencia y renacimiento. La naturaleza es poderosa pero a la vez es frágil y complicada.
Sin darme cuenta lo que había empezado como algo como pequeño y sin importancia había cobrado vida. Poco a poco se había convertido en una necesidad y era algo importante para mi. Había estado oculto y resguardado de cualquier cosa que le pudiese dañar pero cuando las condiciones le resultaron favorables había germinado y empezado a crecer.
Era como el ciclo de la vida, algo viejo que habían abandonado a su suerte resurgía con energías renovadas dispuesto a crecer de nuevo y a aprovechar esa segunda oportunidad. Esta vez sin limitaciones, lastres, ni impedimentos que lo frenasen y ya veríamos hasta donde podría llegar. Ahora solo dependía de mi.
Había vuelto a crear un lugar seguro en el que podía sentirme a gusto. Eso era algo importante ya que de esa manera podía centrarme en desarrollar mis habilidades y explorar mis capacidades. Había cambiado gran parte de mi entorno, pero no me importaba ya que estaba en paz y armonía con todo lo que me rodeaba. Sentía que pertenecía a un nuevo lugar y seguía buscando mi sitio.
No debía confiarme en exceso puesto que aun quedaba mucho camino por recorrer. Esto solo era otro comienzo y todo lo que había aprendido lo tenía que aprovechar para seguir creciendo. Estaba feliz y no iba a desperdiciar ni un solo segundo ya que había muchas cosas que quería hacer.
Este fue el origen del corredor marciano.