174-EL ORIGEN. MES 23
SEGUIR AVANZANDO
Javier Sanmartín Soler


Diciembre empezó con mucho frío y los tres primeros días no salí a correr. Habíamos pasado de un tiempo que más o menos se podía soportar a unos días en los que las temperaturas se desplomaron. Aún con todo lo normal era que hiciese ese frío dadas las fechas en las que estábamos. Por suerte en unos días remitieron y todo volvió a la normalidad.
El día 2 que era sábado recogí a mi hija con la intención de tenerla dos fines de semana seguidos, además la siguiente semana solo tenía que ir al colegio dos días ya que era el puente de la constitución, por lo que podría aprovechar mejor los días con ella.
El día 4 mi hija no fue al colegio ya que aún no había curado un catarro que arrastraba hacía tiempo. No estaba enferma del todo, solo lo suficiente para que yo considerase que debía guardar algo más de reposo para no volver a recaer.
El día 6 era el primer día del puente de la constitución, mi hija no se encontraba bien y a las 20 h vomitó. Eso dio paso a una noche de la que todos padres temen. Menos mal que para ella solo fue una noche incómoda. Al día siguiente hubo que poner varias lavadoras para limpiar y listo.
El día 8 mi hija seguía mala pero se encontraba mejor. Sin embargo el que se puso malo fui yo. Y me puse malísimo. Los virus que los niños contagian a los adultos deberían estar prohibidos. Después de comer quería que mi hija descansase y durmiese la siesta, así yo aprovecharía para ir a correr. Pero eso resultó una quimera y a las 14 h yo estaba vomitando. En cuestión de un rato pasé de estar bien a perder líquidos y deshidratarme. Que mal lo pasé... así que lo de correr mejor lo tuve que posponer. Estuve sin comer ni beber nada prácticamente un día entero. La siguiente en caer fue mi madre.
Por suerte el día 10 ya estábamos todos recuperados. Al día siguiente mi hija tenía colegio y además tenía que irse con su madre, por lo que para mí era importante que se encontrase bien.
El día 11 después de dejar a mi hija en el colegio me fui a tomar café con un amigo. Después fui a correr por las inmediaciones del parque del agua y la orilla del río, aunque hacía frío. Por la noche a las 21:00 h me despedí de mi hija y la pobre se quedó triste.
El día 12 por la mañana terminé de realizar cosas que tenía pendientes. En el trascurso de esas gestiones me encontré con un compañero de trabajo con el que estuve hablando un rato. Le expliqué que el próximo año ya podría venir a Zaragoza y me dijo: “¿Pero ya han transcurrido casi tres años?, Que rápido ha pasado ¿no?. Esto me resultó curioso ya que yo no compartía la misma percepción del tiempo que tenía el. Mas tarde había quedado con mi amigo Adolfo para comer. No podía irme sin despedirme de él. Esa fue nuestra comida de Navidad.
El día 13 regresaba por la tarde a Mallorca así que entrené por la mañana. A las 18:30 h salía el vuelo y a las 17:15 h mi padre me dejó en el aeropuerto. Al despegar y sobrevolar Zaragoza me despedí de mi hija y le mandé un beso. En ese momento se acababan mis vacaciones. No trabajaba hasta el día 18, pero tenía que solucionar varias cosas por lo que iba a estar ocupado. A las 21:30 h entraba por casa cansado. Solo bajé al garaje para ver si por arte de magia arrancaba la moto, pero no fue así. Cené, vi la tele por entretenerme un rato y antes de las doce me acosté.
Al día siguiente a las 10 h ya había llamado a la grúa y estaba en el taller con la moto para a ver que le pasaba. Era jueves y la necesitaba arreglada para ir a trabajar el lunes.
El viernes día 15 sobre las 11:00 h llamé al taller para ver cómo estaba la moto y... “!!malas noticias!!”. Odiaba esa frase pero eso fue lo primero que me dijeron. Había entrado agua en la válvula de admisión de la inyección por lo que el motor prácticamente se había estropeado. Continuaron explicando que no había compresión en los dos primeros cilindros y que era la primera vez que veían eso sobre todo en una moto que estaba bien cuidada. No me lo podía creer y la noticia me dejó perplejo. Me explicaron muchas cosas pero mi cabeza ya estaba en otro sitio. “Pásate por la tarde al taller y lo ves” me dijeron. La avería como poco iba a ser bastante costosa pero primero tenían que abrir el motor para comprobar los daños. “Madre mía” pensé “No se qué voy a hacer”. En ese momento solo tenía ganas de llorar.
Por la tarde me pasé por el taller para comprobar el estado de la moto. Pintaba mal y lo que estaba claro era que no la iba a tener disponible para poder ir a trabajar, por lo menos esa semana. Quedamos que a partir de la semana siguiente abrirían el motor y que ya me dirían cual iba a ser el coste total de la posible reparación. De momento había que esperar, pero la cosa no estaba muy bien. Ufff... Como podréis comprender ese día no me apeteció salir a correr.
Al día siguiente mi ánimo tampoco estaba muy alto y me pegué todo el día viendo coches y motos por internet. Nuevos, usados... quería ver que precios tenían por si la moto no merecía la pena arreglar. Pero tampoco estaba convencido de comprar ya que no quería gastar el dinero que había ahorrado. Otra vez me había metido en un buen lio sin poder evitarlo.
El Domingo 17 era mi último día que descansaba porque al día siguiente empezaba a trabajar. Ese día salí a correr porque ya no quería lamentar más mi situación y sirvió para que mi mente se despejase algo.
El día 20 cambié una tarde de trabajo por una noche y ya solo tendría que hacer el día 23 de noche para acabar mi ciclo de trabajo. Durante varios días hizo bastante frío, viento y lluvia por lo no salí a correr.
El día 21 oficialmente comenzaba el invierno y se supone que las horas de luz del día se alargarían. Lo cierto es que lo necesitaba ya que había días en los que iba un poco justo a la hora de entrenar.
El día 22 ya no hacía tanto frío ni viento y salí a correr a mediodía que era cuando más calor hacía.
El sábado 23 trabajé la noche y terminé mi ciclo de trabajo. Hasta el día 29 no volvía a trabajar por lo que disponía de unos días para relajarme.
El día 24 hablé con mi hija por teléfono y nos pegamos 66 minutos hablando. Estaba encantado de oírla y ella me contaba lo nerviosa que estaba porque al día siguiente iba a tener los regalos de Navidad. Para mi fue una sorpresa hablar con ella tanto tiempo y lo disfruté.
El día de Navidad lo dediqué a descansar ya que me apetecía estar en casa. En la calle hacía algo de frío pero por el cristal de la ventana entraba el sol y se estaba muy bien. No hice nada especial por lo que el día transcurrió sin prisa.
El día 26 caí en la cuenta de que ya se me había acabado el gimnasio y los últimos meses no había ido ni una sola vez. Tampoco me importó ya que había estado ocupado. Había pagado un año completo y solo había aprovechado la mitad. Hacía un tiempo bastante revuelto, por lo que dejé de entrenar unos días ya que me daba pereza.
El día 27 aproveché para ir a comprar ya que empezaba a tener la nevera pelada. También compré un billete de avión para ir a ver a mi hija en marzo que me salió bien de precio. A medio día salí a correr. Había alerta amarilla por vientos en la isla, por lo que estuve atento a todo mi alrededor ya que el aire era muy fuerte y molesto. El día 28 seguía la alerta que aún duró unos días más.
Sin embargo el sábado 30 hizo un día soleado y primaveral con temperaturas que rondaron los 20ºC. Ese día corrí después de trabajar por el paseo marítimo y estaba lleno de personas tomando el sol en la playa o caminando ya que hacía un buen día.
El día 31 tenía que trabajar por la tarde y luego de noche ya que iba a sustituir a un compañero para que se fuese de vacaciones de navidad. La idea era la de preparar todo lo que me hiciese falta en cuanto a comida y ropa ya que como también el día 1 tenía que trabajar de tarde me iba a quedar a dormir después de trabajar. Luego cuando me despertase entrenaría y no iba a perder el tiempo en los desplazamientos.
Así que a las 13 h salí de casa con una mochila deseando no dejarme nada importante y que luego me hiciese falta. La tarde pasó con tranquilidad y al comenzar el servicio de noche preparamos todo para cenar. Un compañero se encargó de traer comida preparada de un restaurante por lo que cenamos muy bien y a las 00:00 tomamos las uvas.
DICIEMBRE 2017
Día 1: viernes, PA (Pesas y Abdominales).
Día 2: sábado, descanso.
Día 3: domingo, PA.
Día 4: lunes: PA y carrera 20,1 Km.
Día 5: martes, carrera 24 Km.
Día 6: miércoles, PA.
Día 7: jueves, PA.
Día 8: viernes, descanso.
Día 9: sábado, descanso.
Día 10: domingo, descanso.
Día 11: lunes, PA y carrera 27 Km.
Día 12: martes, PA.
Día 13: miércoles, PA y carrera 23 Km.
Día 14: jueves, carrera 21,4 Km.
Día 15: viernes, PA.
Día 16: sábado, 2 PA.
Día 17: domingo, PA y carrera 21,4 Km.
Día 18: lunes, trabajo mañana, PA y carrera 21 Km.
Día 19: martes, trabajo mañana, PA y carrera 21 Km.
Día 20: miércoles, trabajo noche, PA.
Día 21: jueves, PA.
Día 22: viernes, PA y carrera 25,6 Km.
Día 23: sábado, trabajo noche, PA y carrera 21,4 Km.
Día 24: domingo, carrera 25,6 Km.
Día 25: lunes, descanso.
Día 26: martes, PA.
Día 27: miércoles, PA y carrera 25,6 Km.
Día 28: jueves, 2 PA.
Día 29: viernes, trabajo mañana, PA y carrera 14 Km.
Día 30: sábado, trabajo mañana, carrera 21 Km.
Día 31: domingo, trabajo tarde y noche, PA y carrera 14 Km.
La actividad física que realicé fue la siguiente:
- Semana 1: PA 3, carrera 2, total 44,1 Km.
- Semana 2: PA 7, carrera 4, total 92,8 Km.
- Semana 3: PA 7, carrera 5, total 114,6 Km.
- Semana 4: PA 6, carrera 4, total 64,6 Km.
- Días sueltos (1, 2 y 3): PA 2, carrera 0, total 0 Km.
TOTAL MES 31 DIAS: 24 PA y 15 CARRERAS (316,1 Km).