171-EL ORIGEN. MES 22
PREPARANDO EL FRIO
Javier Sanmartín Soler


El día 1 de noviembre nada más despertarme me pesé, 71,5 Kg y me encontraba bien. Desayuné, compré unos billetes de avión para los meses de enero y febrero del año 2018 y luego me corté el pelo. Era festivo ("todos los santos") y descansé de correr.
Para esos días ya me había comido dos tabletas de turrón en una misma semana. La verdad es que tenía una relación curiosa con el turrón y en especial con el de chocolate. El día 23 del mes anterior cuando regresé a Mallorca fui a comprar antes de ir a casa. Ya en Zaragoza vi que en todos los supermercados estaban poniendo los productos típicos de las navidades y yo ya les había echado el ojo. Unos meses antes de navidades lo compraba y me lo iba comiendo sin control y a mi antojo. Todo dependía de lo que hubiese entrenado, si entrenaba bastante a mi cuerpo le apetecía comer este tipo de comida. Si entrenaba poco comía menos o no lo tocaba. Algún día puntual me podía comer más de media tableta.
Los que más me gustaban eran los turrones de chocolate. Sobre todo el de chocolate crujiente, pero hacía unos años que me pirraba por uno en concreto que llevaba cacahuetes fritos. Vamos que aun siendo consciente de que era una autentica marranada se me antojaba. El caso era que cuando llegaban las navidades había comido tanto turrón que ya no me apetecía comer más y me podía pasar todas las fiestas sin catarlo. Comerlo era un suplicio porque siempre se me quedaban restos y en cuanto lo hacía me iba derecho a lavarme los dientes. Una vez que se pasaban las navidades desaparecía el antojo y podía estar casi un año sin probarlo. Eso sí, unos meses antes de las siguientes navidades ya estaba con la misma canción.
El día 4 comenzaba otro ciclo de trabajo. Nada más salir me cambié de ropa y me fui a correr. Al empezar activé una aplicación de que me había bajado para el teléfono y que funcionaba con el GPS. Cuando regresé el teléfono marcaba que había corrido 30 Km, no estaba nada mal. A lo que regresé a casa eran las 7 de la tarde y estaba cansado ya que me había levantado a las 6 de la mañana.
El día 5 también trabajaba de mañana y daban lluvias. Al salir de casa recé para que no me lloviese durante el trayecto al trabajo. Al final tuve suerte y mis temores no se cumplieron. Para ese día no me llevé las cosas de correr para después del trabajo y cuando terminé me fui volando a casa ya que el cielo estaba cubierto. Cuando ya estaba llegando empezó a llover intensamente. Aproveché y eché una cabezada con la esperanza de que al despertar pudiera salir a entrenar. Pero no fue así.
Cada día anochecía antes y a las 6 de la tarde ya no se veía prácticamente nada por lo que tenía que organizarme mejor para salir a correr. El calor asfixiante del verano había dejado un suave invierno. Las temperaturas habían bajado pero aún podía entrenar en pantalón corto. Como la temperatura no era elevada ya no me hacía tanta falta llevarme agua para hidratarme. Podía correr unas 2 horas o unos 21 Km sin beber, pero si corría más me llevaba una pequeña botella de medio litro de agua.
El día 8 trabajé de noche y cuando regresé a casa esta vez si que me pilló el agua. Tuve que esperar un rato para entrar ya que iba tan mojado que dejaba un reguero de agua por donde pasaba. Pero estaba contento, solo tenía que trabajar una noche más y me esperaba más de un mes de vacaciones.
El día 10 ya estaba de vacaciones. Hacía frío, la temperatura había descendido y empecé a correr con manga larga. Estuve ocupado limpiando la casa, la moto, recogiendo y haciendo la colada. Siempre que me marchaba me gustaba dejar todo preparado para que al regresar no tuviese que hacer nada.
El día 11 volaba a las 16:30 h a Zaragoza por lo que por la mañana aproveché para entrenar. Estaba deseando ver a mi hija. La recogí a las 19 h, el plan era cenar pizza y ver dibujos hasta que se durmiera.
El día 12 fuimos al parque para que mi hija patinase, por la tarde fuimos en bici a ver a mis tíos y a las 20 h ya estábamos en casa porque al día siguiente tenía colegio. La siguiente semana se pasó rápido. Por la mañana dejaba a mi hija en clase, aprovechaba para entrenar y de vez en cuando quedaba con alguien. Por la tarde recogía a mi hija y como hacía frío nos marchábamos a casa para jugar, pintar o ver la tele. Los fines de semana acababa un poco saturado porque desde que se levantaba no paraba y con 5 años tenía mucha energía. Pero eso era normal y para eso venía.
El lunes 20 regresé a Mallorca, seguía de vacaciones pero una vez que ya había cumplido con mis obligaciones prefería volverme a mi casa.
El día 22 empezó bien con la notificación de una multa. Era del mes anterior de cuando me quedé tirado a la entrada del pueblo por mal estacionamiento. En fin... Preparé las cosas para ir a Palma porque a las 13 h tenía que resolver unos asuntos y cuando me dispongo a coger la moto... sorpresa!! No arrancaba. Otra vez tenía que cambiar los planes. Subí rápidamente a casa y preparé una mochila con comida y ropa para correr y salí de casa. Eran las 11:30 h e iba con el tiempo justo para poder coger el tren.
Comí por el camino para que cuando acabase las cosas ya hubiese echo la digestión y después poder marcharme a correr. Acabé pronto y a las 13:30 h ya estaba corriendo por el paseo marítimo. Necesitaba hacerlo ya que tenía muchas cosas en la cabeza.
Al día siguiente me encargué de gestionar la multa y de desconectar la batería de la moto porque seguía sin arrancar. El día 27 regresaba a Zaragoza y de momento no quería saber nada del tema. El día 13 de diciembre que regresaría a Mallorca ya buscaría una solución, de momento la moto estaba castigada.
El día 24 a medio día fui a correr 27,7 Km. Tardé en hacerlos 2 horas 40 minutos y no probé ni una sola gota de agua porque se me olvidó llevarme un botellín. En cuando entré por casa lo primero que hice fue beber ya que estaba sediento.
El día 26 si salía a correr por la mañana y por la tarde podía llegar a las 100 millas esa semana. El problema era que daban lluvia para todo el día. En cuanto me levanté desayuné para que a las 10 h ya estuviese corriendo. Sin pensármelo dos veces salí de casa y sorpresa... estaba lloviendo. No llovía muy fuerte pero tuve que volver para ponerme un chubasquero. Antes de medio día ya estaba en casa y estaba calado. El chubasquero hizo que no me mojase por la lluvia pero como no traspiraba sudé bastante. El resto de la ropa estaba considerablemente mojada. Hacía un día desapacible, de esos de otoño que solo apetece estar en casa viendo la tele tumbado en el sofá. Así que eso es lo que hice.
Primero me duché, luego comí y finalmente me tumbé a ver la tele y echarme una siesta tapado con una manta hasta las orejas. Tampoco podía dormirme en los laureles ya que a las 15:30 h tenía que correr de nuevo, así que a las 15 h ya estaba despierto. Antes de salir tuve que utilizar el secador de pelo en el chubasquero y en las zapatillas ya que aún estaban mojadas. Por suerte la segunda vez no me pilló la lluvia. El aire era fresco y se podía respirar bien. Llegué a la hora prevista y me alegré porque ya no iba a salir más de casa el resto del día. Estaba satisfecho pero aún tenía que hacer varias cosas más ya que al día siguiente viajaba a Zaragoza.
El día 27 por la tarde ya estaba en Zaragoza. Hacía algo más de frío que en Mallorca pero se podía aguantar. Era el cumpleaños de mi hermano y la semana anterior había sido el de su mujer por lo que hablamos un rato. Luego di un largo paseo con Lana que se alegró de verme. Por delante tenía 5 días hasta que volviese a ver a mi hija.
El día 29 quedé con un amigo. Cada vez que nos juntábamos y decidíamos comer nos poníamos morados y así fue. Pero no importaba, era un buen amigo y lo pasé bien. Cuando por la tarde-noche salí a correr aún no había hecho la digestión por completo. Quedaba poco para terminar el mes y a no ser que me lesionase o cayese un diluvio iba a llegar a correr 500 Km.
El día 30 también quedé para comer con mi hermano, pero esa vez a las 09:00 h ya estaba corriendo. Era más lógico entrenar primero y luego comer. Las temperaturas ya habían bajado y marcaba 1ºC. Diciembre iba a comenzar con heladas.
NOVIEMBRE 2017
Día 1: miércoles, PA (Pesas y Abdominales).
Día 2: jueves, PA y carrera 21 Km.
Día 3; viernes: PA y carrera 19,3 Km.
Día 4; sábado, trabajo mañana, carrera 30 Km.
Día 5: domingo, trabajo mañana, 2 PA.
Día 6: lunes, trabajo tarde, carrera 21,4 Km.
Día 7: martes, trabajo tarde, carrera 21,4 Km.
Día 8: miércoles, trabajo noche, 2 PA y carrera 21,4 Km.
Día 9: jueves: trabajo noche, PA.
Día 10: viernes, PA y carrera 21,4 Km.
Día 11: sábado, PA y carrera 21,4 Km.
Día 12: domingo, descanso.
Día 13: lunes, descanso.
Día 14: martes, carrera 21,4 Km.
Día 15: miércoles, PA y carrera 23 Km.
Día 16: jueves, carrera 33 Km.
Día 17: viernes, carrera 21,6 Km.
Día 18: sábado, PA.
Día 19: domingo, descanso.
Día 20: lunes, PA y carrera 24 Km.
Día 21: martes, PA y carrera 21,4 Km.
Día 22: miércoles, PA y carrera 30 Km.
Día 23: jueves, PA.
Día 24: viernes, PA y carrera 27,7 Km.
Día 25: sábado, PA y carrera 19,3 Km.
Día 26: domingo, PA y carrera 19,3 Km.
Día 27: lunes, PA.
Día 28: martes, PA y carrera 21,4 Km.
Día 29: miércoles, carrera 21,4 Km.
Día 30: jueves, carrera 20,1 Km.
La actividad física que realicé repartida por semanas fue la siguiente:
- Semana 1: PA 5, carrera 3, total 70,3 Km.
- Semana 2: PA 5, carrera 5, total 107 Km.
- Semana 3: PA 2, carrera 4, total 99 Km.
- Semana 4: PA 7, carrera 6, total 161 Km.
- Semana 5: PA 2, carrera 3, total 62,9 Km.
TOTAL MES 30 DIAS: 21 PA y 21 CARRERAS (500,2 Km).