168-EL ORIGEN. MES 21
SIGO ENTRETENIDO
Javier Sanmartín Soler


El mes de octubre trabajaba del 2 al 7 y luego disponía de 16 días seguidos de vacaciones. Tenía ganas de volver a Zaragoza ya que iba a llevar un mes seguido sin ver a mi hija.
Empecé a entrenar pero aún no estaba recuperado, por el oído izquierdo aún no oía bien y me molestaba. Acabé el último ciclo de trabajo y necesitaba desconectar, el día 9 volé a Zaragoza. Para esas fechas ya eran las fiestas del Pilar y se notaba que había más gente por toda la ciudad.
Hasta el día 13 no iba a poder estar con mi hija por lo que tenía unos días libres para dedicarlos a mi persona. Tampoco es que hiciera nada especial pero olvidarme del trabajo, tener tiempo libre para mi mismo y hacer lo que quisiese estaba bien. El único compromiso que tenía para esas fechas era dar el curso los días 19 y 20 y tenía que repasar el temario.
El día 10 salí a correr a las 20:30 h y regresé a las 22:20 h y disfruté bastante. Hacía ya fresco y en Mallorca me habría resultado complicado correr a esas horas ya que solo tenía dos opciones para hacerlo: 1ª- ir al gimnasio para correr en la cinta y 2ª- ponerme a dar vueltas por fuera de un campo de futbol mientras entrenaba un equipo. Pero esas son las ventajas que tiene vivir en las grandes ciudades. Podía salir a correr a cualquier hora del día o de la noche ya que siempre disponía de iluminación para poder hacerlo con cierta seguridad.
El día 12 era el día del Pilar y fui a comer junto con mis padres a casa de mis tíos. Por la tarde también aproveché para entrenar mientras la gente estaba de celebraciones. La ciudad estaba saturada de coches y la mejor manera de desplazarse era corriendo o en bicicleta y yo ese día usé las dos formas.
El viernes 13 era un día malo para los supersticiosos, sin embargo para mi era un día feliz ya que tenía a mi hija. Ese fin de semana me iba a resultar complicado entrenar, pero ya lo había previsto y estaba encantado.
El sábado 14 y el domingo 15 intenté levantarme a las 06:30 h para ir a entrenar pero mi hija no me dejaba. La explicación era sencilla; el día anterior antes de acostarla les decía a mis padres que si me levantaba pronto me iría a correr para estar en casa antes del desayuno. Por lo que mi hija no me digáis como se las ideaba para que a partir de las seis de la mañana hacía como una especie de "barrido". Pasaba la mano sobre la cama de arriba que es donde yo dormía y me llamaba. Si yo no contestaba se levantaba pero al estar yo se aguantaba. Era ingenioso, yo me partía de la risa y no me iba a ir ya que ella jugaba sin saberlo con mi sentimiento de culpa. Además tampoco tenía que hacer mucho para convencerme de ir a correr a esas horas.
El lunes 16 mi hija tenía cole después de haber disfrutado de 4 días de vacaciones y yo también aproveché para retomar mi rutina. Fui a correr al parque y al terminar aproveché para ver a mi amigo Adolfo que también acababa de trabajar.
El martes 17 fue una auténtica locura ya que tenía que hacer muchas cosas. Os voy a explicar todo lo que pasó: A las 08:00 h mi hija y yo nos levantamos, nos vestimos, desayunamos e hice las camas. Luego la llevé en bici hasta el colegio. Cuando sonó el timbre me despedí de ella y se fue alegre a clase. A las 09:00 h salí del colegio y me dirigí al centro de la ciudad al registro de la propiedad, ya que quería registrar el temario del curso que iba a dar en unos días. Fui a una copistería para que encuadernaran los apuntes, hice unas fotocopias y finalmente entregué todo en el registro. Después tuve que ir al banco para pagar unas tasas.
A las 10:30 h ya había acabado por lo que aproveché para quedar con un amigo para tomar café. Tenía que ir en bici unos 20 minutos hasta su casa. Hacía un buen día, la temperatura era agradable por lo que pude ir en manga corta. A las 11:00 estábamos tomando un café cerca de su casa, luego el aprovechó para hacer unas compras y yo le acompañé. Fuimos a otro lugar para seguir hablando mientras tomamos algo.
A lo que nos despedimos eran ya las 13:30 h, él se tenía que ir a trabajar ya que entraba de tarde y yo me quería ir a correr antes de que saliese mi hija del colegio. Cogí la bicicleta, calculé el tiempo que podría correr y tuve que volar hasta llegar a casa por lo justo que iba.
Todo lo que me había relajado lo iba a tener que recuperar para poder hacer lo que llevaba en mente y sin que afectase al tiempo que iba a pasar por la tarde con mi hija. A las 14:00 h entraba por la puerta de casa sudando a todo sudar, dejé la bicicleta en el trastero y subí a cambiarme. Les dije a mis padres que comería tarde y a las 14:15 h ya estaba en la calle corriendo. A lo que regresé a casa eran las 16:22 h y había corrido cerca de 23 Km. Me duché, me cambié de ropa, comí, me lavé los dientes y a las 16:40 h salía otra vez de casa en bici para buscar a mi pequeña.
A las 17:00 h salía del colegio mi hija y siempre me gustaba llegar 5 minutos antes. Al salir le dije que íbamos a ir a un sitio para comprarle una muñeca y otros juguetes para mis sobrinas. Ya se lo había prometido unos días antes y ese era un buen momento para cumplir lo prometido. Fuimos a un centro comercial que estaba a unos 20 minutos de allí y también aprovechamos para merendar.
A las 19:15h regresamos a casa ya que sobre las 19:40 h empezaba a anochecer. Seguía haciendo un día muy bueno y a las 19:30 h llegamos a casa de mis padres. Mi hija estuvo contando a sus abuelos como había pasado el día y luego vio los dibujos en la tele. Yo ya estaba cansado pero satisfecho de todo lo que había podido hacer.
Calculé que tranquilamente habría estado encima de la bici a lo largo del día por lo menos una hora y media. Luego podía haber sacado algo más de tiempo para hacer la rutina de ejercicios que hacía en casa pero decidí dejarlo. Entre la bici y correr ya había tenido bastante por ese día. Mis últimas energías las dediqué a duchar a mi hija y a preparar la cena. A las 22:30 h mi hija ya estaba dormida y yo me acosté más tarde. Fue un gran día.
Los días 19 y 20 mis padres se encargaron de llevar a mi hija al colegio ya que yo tenía que ir a dar el curso. Por las tardes me encargaba de ella. Esos dos días tampoco pude entrenar. El jueves 20 por la tarde fuimos al “Parque Grande” para dar un paseo y para que mi hija diera de comer pan a los patos. Por la noche cenamos y vimos una película de dibujos animados.
El fin de semana lo pasamos tranquilamente en casa descansando. El domingo 22 teníamos una comida familiar y por la noche a las 21:30 h tenía que devolver a mi hija. En cuanto entregué a mi hija me fui a correr un rato para desahogarme.
Al día siguiente por la tarde volaba de regreso a mi isla y aproveché para entrenar por la mañana. Luego quedé con un amigo para comer y a las 17:00 h mi padre me dejó en el aeropuerto. A las 19:30 h ya estaba en Mallorca.
El día 24 trabajaba de mañana, después me fui a correr por el paseo marítimo. Me vino bien ya que hacía buen tiempo y renovó mi optimismo.
Al día siguiente tenía fiesta en el trabajo por lo que fui al dentista para una revisión y luego fui al gimnasio. Ya no me acordaba de lo que se sudaba al correr en la cinta... Cuando terminé tiré las zapatillas a la basura porque tenían un agujero considerable en el pie izquierdo y ya no podía estirarlas más. Ese par de zapatillas no recibieron los honores que les solía conceder al finalizar su ciclo. Pero en su defensa diré que cumplieron con dignidad su cometido. Su vida útil fue tan solo de 5 meses (del 25 de mayo al 25 de octubre) e hicieron 1366,1 Km.
El día 25 por la mañana fui a comprar zapatillas dando una vuelta en moto. Hacía un día soleado y disfruté del paseo. En la tienda ya tenían el modelo de zapatillas que solía usar para correr y además estaban a buen precio. Al regresar no pude esperar para estrenarlas y me fui a probarlas. Tenía el tiempo justo ya que por la tarde entraba a trabajar.
El día 27 trabajé de tarde. A las 23:00 h salía del trabajo y cuando estaba llegando a casa paré a echar gasolina. Estaba ya cansado. Entonces, al arrancar la moto no me digáis que ocurrió ya que ni yo lo sé pero todo se resumía en que esta ya no arrancaba. Por lo que tuve que dejarla a la entrada del pueblo y seguir caminando unos veinte minutos hasta mi casa. A lo que entré en casa era más de media noche. Me quité la ropa del trabajo, me puse el pijama y me metí a la cama. Mañana ya vería como solucionaba el problema.
Al día siguiente a las 08:00 h ya estaba en pie con la preocupación de que le podía pasar a la moto y tras barajar las opciones que tenía fui a ver si era capaz de descubrir que pasaba. Desayuné, cogí algo de herramientas y fui en busca de la moto. Por suerte era una pequeña tontería que pude subsanar. Se había soltado un cable de la batería y bastó solo con conectarlo de nuevo. Uffff... Respiré aliviado y me fui a casa.
Al llegar me fui a correr. La idea que llevaba de días anteriores era la de entrenar ese día por la mañana y por la tarde, pero tras el desarrollo de los últimos acontecimientos no sabía si podría llegar a hacerlo.
Estaba terminando octubre, físicamente me encontraba bien, recuperado y sin molestias en el oído. Era probable que no llegase a correr los 500 Km, pero tampoco iba a ser un completo desastre. Calculé que si ese día doblaba el entrenamiento y al día siguiente también salía a correr, esa última semana habría corrido 100 millas y por lo menos acabaría el mes con algo de dignidad.
Así que a las 12:00 h salí de casa y a las 14:00 h regresé después de haber corrido 21,4 Km. Me duché y preparé la comida. A las 15:00 h ya estaba tumbado en el sofá viendo las noticias. Me eché una siesta de entre una hora y hora y cuarto de duración. Al despertar estuve viendo la televisión un rato, pero pronto me preparé otra vez para salir a correr. A las 17:30 h ya estaba corriendo de nuevo y a las 19:25 h finalicé después de hacer 19,3 Km. El resto de tarde lo dediqué a la rutina de ejercicios que hacía en casa y a hablar con mi hija por teléfono. A las 23:00 h entraba a trabajar de noche y además coincidía con el cambio horario de invierno, por lo que trabajé una hora más.
El día 29 por la tarde superé otra vez las 100 millas corriendo en una semana. Con la hora retrasada a las 18:20 h se hacía pronto de noche. Los dos días que quedaban para finalizar el mes me los tomé con calma y me dediqué a descansar. Tenía ganas de que empezase otro mes para entrenar más.
OCUBRE 2017
Día 1: domingo, PA (Pesas y Abdominales) y carrera 19,3 Km.
Día 2: lunes, trabajo mañana, PA y carrera 16,2 Km.
Día 3: martes, trabajo mañana, carrera 19,3 Km.
Día 4: miércoles, trabajo tarde, PA.
Día 5: jueves, trabajo tarde, PA y carrera 21,4 Km.
Día 6: viernes, trabajo noche, PA y carrera 21,4 Km.
Día 7: sábado, trabajo noche, PA.
Día 8: domingo, carrera 21,4 Km.
Día 9: lunes, PA y carrera 19,3 Km.
Día 10: martes, carrera 20,6 Km.
Día 11: miércoles, PA y carrera 20,4 Km.
Día 12: jueves, PA y carrera 21 Km.
Día 13: viernes, descanso.
Día 14: sábado, PA.
Día 15: domingo, descanso.
Día 16: lunes, PA y carrera 22,8 Km.
Día 17: martes, carrera 23,9 Km.
Día 18: miércoles, PA y carrera 10 Km.
Día 19: jueves, descanso.
Día 20: viernes, descanso.
Día 21: sábado, descanso.
Día 22: domingo, carrera 10 Km.
Día 23: lunes, PA y carrera 22,4 Km.
Día 24: martes, trabajo mañana, carrera 26 Km.
Día 25: miércoles, PA y carrera 21,6 Km.
Día 26: jueves, trabajo tarde, carrera 14,2 Km.
Día 27: viernes, trabajo tarde, PA y carrera 21,4 Km.
Día 28: sábado, trabajo noche, PA, carrera mañana 21,4 Km y carrera tarde 19,3 Km.
Día 29: domingo, trabajo noche, PA y carrera 19,5 Km.
Día 30: lunes, PA.
Día 31: martes, PA y carrera 21,4 Km.
La actividad física que realicé repartida por semanas fue la siguiente:
- Semana 1: PA 5, carrera 5, total 99,7 Km.
- Semana 2: PA 4, carrera 4, total 81,3 Km.
- Semana 3: PA 2, carrera 4, total 66,7 Km.
- Semana 4: PA 5, carrera 7, total 165,8 Km.
- Días sueltos (1, 30 y 31): PA 3, carrera 2, total 40,7 Km.
TOTAL MES 31 DIAS: 19 PA y 22 CARRERAS (454,2 Km).