161-EL ORIGEN. LA RELAJACION
PARA LUCHAR CONTRA EL ESTRES
Javier Sanmartín Soler


Un día hablando con un buen amigo me dijo que en alguna ocasión le hubiera gustado darle un palazo a alguno en los dientes cosa que me descolocó. No es que se trate de una persona violenta ya que era una forma de hablar. Pero en el fondo tenía sentido. Por lo general todos pensamos que tenemos razón en lo que hacemos, que nuestras acciones son nobles y justificadas y que nuestro comportamiento es siempre ejemplar. Pero eso muchas veces no es así.
A veces nuestra visión de los hechos puede estar equivocada y en vez de reconocer un simple fallo a tiempo, nos cerramos en banda y justificamos lo injustificable. Hay argumentos que no se pueden defender y aun así no damos nuestro brazo a torcer. Creemos que es una cuestión de orgullo y es más fácil perder los papeles que dar la razón a la otra parte o reconocer nuestra culpa.
Estas discrepancias entre personas evolucionan a discusiones, conflictos, peleas y agresiones que la mayoría de veces son por causas insignificantes. La mayoría de veces estos problemas se deben a malentendidos, malas interpretaciones, mala educación y sobre todo a no saber escuchar. Y es por eso que a todos en alguna ocasión nos gustaría aplicar nuestra propia justicia con este tipo de personas. De ahí la importancia que tiene saber relajarse y no perder los papeles.
La relajación es un estado de tranquilidad, reposo o descanso. En ella se experimenta una disminución de la rigidez muscular mientras se toma el equilibrio de la respiración, de la frecuencia cardíaca y el metabolismo de la persona. Con esto se consigue tranquilidad, bienestar y calma. Relajarse es encontrar el lugar y el momento para uno mismo. Es el arma para combatir el estrés y las presiones y contribuye significativamente a mejorar nuestra calidad de vida. Entre los beneficios que aporta la relajación a las personas podemos destacar los siguientes:
Disminuye la ansiedad, la fatiga prematura, la tensión...
Desciende la presión arterial.
Desciende el ritmo cardíaco y la frecuencia respiratoria.
Permite una recuperación y estabilización física, mental y emocional.
Mayor resistencia a enfermedades.
Ayuda a conciliar el sueño.
Facilita el control muscular.
Aumenta el nivel de energía.
Aumenta la capacidad de concentración y la memoria.
La finalidad de todo esto es la de tener un buen equilibrio y que las situaciones estresantes que vivimos frecuentemente no lleguen a mermar la salud. Era una cosa que a priori parece bastante sencilla de realizar, ya que todos sabemos como hacerlo. Pero a veces no resulta tan fácil. La respiración juega un papel importante a la hora de relajarse. Tenemos que conocer que cosas nos relajan y tranquilizan a cada uno de nosotros para que sus efectos sean lo más beneficiosos y productivos para nuestro organismo.
Cualquier método, actividad o procedimiento que ayude a la persona a reducir la tensión física o mental, se puede considerar una técnica de relajación. Hay gente que para desconectar da un paseo por un parque o por la playa, hace deporte, escucha música, observa una puesta de sol... Yo tenía la suerte de poder hacer todas esas cosas mientras corría. Hacer eso me aportaba paz interior, energía y vitalidad. Con poder hacerlo un par de días a la semana me era suficiente para minimizar todas mi preocupaciones, si lo podía hacer más mejor.
Pero también es importante realizar de vez en cuando un entrenamiento cruzado y no centrarse solo en una disciplina. Es decir, se puede practicar otro deporte distinto al habitual (ya que se sigue haciendo trabajo físico), mientras existe una relajación psicológica. Por eso de vez en cuando nadaba, iba al gimnasio a hacer spinning y me oxigenaba. En esta etapa de mi vida era crucial para mi poder canalizar toda esa tensión a través del deporte ya que lo más normal hubiese sido perder los papeles en más de una ocasión.