149-EL ORIGEN. LA MAGIA

NO TODO SE PUEDE EXPLICAR

Javier Sanmartín Soler

La gente por lo general tiende a las comodidades que la sociedad actual le depara (sin importar la edad). Se aíslan en sus casas entre cuatro paredes y se sienten a salvo del mundo exterior. Y eso está bien pero hasta cierto punto. El problema surge cuando las cosas se nos escapan de las manos y abusamos de los placeres que disponemos (navegar por internet, televisión, videojuegos, aparatos electrónicos, inactividad, comida basura, etc...)

El cuerpo humano en circunstancias normales esta diseñado para moverse y realizar actividades físicas. Muchas de estas personas involuntariamente se convierten sin darse cuenta en plantas y eso acarrea consecuencias. Es una pena porque a las plantas o a los árboles en el momento de su creación no se les dio la alternativa de caminar o la de moverse como a nosotros. Tampoco tienen esta opción las personas enfermas que están postradas en una cama o en una silla de ruedas.

Cada persona tiene unas capacidades y unas limitaciones únicas con respecto a los demás y el cuerpo humano encierra muchos misterios que la medicina ni la ciencia actuales llegan a desentrañar. Todos los días a lo largo del planeta suceden hechos y acontecimientos protagonizados por personas que nadie puede explicar y que escapan de todo razonamiento lógico. Que sucedan estas cosas implica que pensemos que hay algo oculto y misterioso que se nos escapa y que es real.

La magia es un concepto amplio. La palabra magia procede del latín “magia”, que a su vez se remonta a un vocablo griego (“mageia” que significa cualidad de lo sobrenatural) y del sánscrito “maga” que significa ilusión. Se trata de una cualidad sobrenatural, un arte o una ciencia oculta con la que se intentan producir resultados que suelen ser contrarios a las leyes naturales.

Desde tiempos muy remotos el hombre aspira a conocer y a usar todo lo que está oculto a los sentidos, a la percepción sensorial, a la lógica, a la razón y al criterio. Se trata de encontrar soluciones inmediatas a los problemas. La magia buscaba obtener respuestas a los fenómenos que nuestros antepasados no entendían y más tarde aparecieron las personas que canalizaban esta energía. El origen de la magia consiste en creer en cosas de lógica indemostrable y que no tienen una explicación racional. Las primeras civilizaciones dieron paso al origen de un pensamiento mágico y se produjeron dos clasificaciones, la magia natural y la magia no natural.

La magia puede entenderse de distintas formas pero ninguna de las grandes religiones actuales acepta las prácticas de la magia. El pensamiento científico elige creer en aquello que puede ser explicado desde la racionalidad. Por contra la definición de magia cuestiona que el universo solo esté gobernado por las leyes naturales y materiales. Hoy en día muchas de las cosas que usamos a diario serían consideradas mágicas para las sociedades primitivas. Lo bonito de la magia es creer que existe, lo inexplicable puede ser mágico.

A veces para referirnos a algo que no conocemos a ciencia cierta su causa decimos que hay magia. Correr también encierra algo de magia, ya que se pueden conseguir hacer cosas extraordinarias con ayuda de fuerzas que escapan a nuestro conocimiento. Si se vence el miedo de ir más allá de lo desconocido, previo abandono de nuestra zona de confort, entraremos en la zona mágica. La clave reside en la imaginación y en la voluntad del corredor. El entrenamiento se basa en aprender a concentrarse, controlarse y dirigir la energía para conseguir un control de si mismo mucho mayor.

Correr también implica una realización interior, un desarrollo físico, psíquico y espiritual que elevan la condición humana ordinaria. ¿Por qué hay algo más mágico que encontrar el bienestar haciendo una cosa tan sencilla como correr?