144-EL ORIGEN. MES 14

CORRER EN EL GIMNASIO

Javier Sanmartín Soler

El mes de marzo iba a ser un mes complicado (para variar). No se salía del pozo en el que me encontraba tan rápido como me hubiera gustado y aún dependía de numerosos factores ajenos a mi. Además ese mes tuve que sacrificarme sin poder ir a Zaragoza. Tenía que dosificar las vacaciones y compensaciones que disponía a lo largo del año para poder ir a ver a mi hija. Con todo lo que tenía había un par de meses al año que no lo pude cuadrar.

Lamentaba no poder estar con mi hija ya que recargaba mi energía, pero todos los días que podía hablaba con ella por teléfono. Que físicamente no pudiera estar cerca de ella no significaba que ella no pudiese notar mi influencia. Pues de eso se trataba y no quería que ella me extrañase en exceso o se angustiase. Era divertido hablar con ella por teléfono porque me contaba muchas cosas. Cada segundo que hablábamos era el mejor momento del día. Algún día llegamos a hablar incluso media hora seguida. Me contaba cualquier cosa, como le había ido, lo que había comido, lo que había hecho, los dibujos que veía, los juguetes que le gustaban, los juegos a los que jugaba en el recreo... cualquier cosa que me contaba yo disfrutaba escuchándola.

Respecto a mis entrenamientos intentaba correr semanalmente unos 125 Km con el objetivo de poder acabar el mes de marzo realizando los 500 Km. Llevaba un mes (menos cuatro días en los que había corrido en la calle) entrenando en el gimnasio. Concretamente desde el día 12 de febrero hasta el 12 de marzo y había hecho 412,2 Km en 19 días corriendo en la cinta. Cada vez que iba, hacía una media de 21,7 Km. En cuanto a la velocidad a la que hacía funcionar la cinta solía rondar entre los 10-11 Km/h y que solía correr una media de dos horas. Dependiendo del día y del tiempo que tuviera aumentaba o disminuía la velocidad de la cinta. Algún día incluso corrí un rato a 17 Km/h, o sea a un ritmo de 3 min 31 sg el kilómetro, pero eso no era lo habitual. Las ventajas que en mi caso me ofrecía correr en cinta eran las siguientes:

• Resultaba una opción válida para entrenar los días de invierno en los que anochece pronto y no disponía de luz natural.

• También era una buena alternativa para seguir entrenando cuando llovía o nevaba, sin tener que sacrificar estos días.

• Era cómodo entrenar ya que solo necesitaba para correr unos pantalones, una camiseta y unas zapatillas. Y no estaba expuesto a las inclemencias del tiempo.

• Podía controlar en todo momento la actividad física (kilómetros, distancia, tiempo, ritmo, pulsaciones, calorías, inclinación, etc...)

Por otro lado como desventajas que veía al uso de la cinta eran las siguientes:

• La deshidratación era mayor que la que se produce al correr en la calle. Vamos que sudaba más.

• Limitación de agua. Con un botellín de agua de 0,6 l solo podía hacer un máximo de 30 Km sin bajarme. Todo lo que fuera sobrepasar este límite estaba de más.

• Correr en la cinta resulta más irreal. La pisada es diferente de correr al aire libre ya que existe mayor impacto articular. Cuando corremos en el exterior las articulaciones trabajan más debido a la orografía del terreno.

• Correr en cinta resulta más monótono, por lo que es recomendable buscarse algún tipo de distracción (música, ver la televisión,, etc...).

Estaba bien correr un tiempo en la cinta, pero ya estaba deseando que hiciera bueno para empezar a correr al aire libre. Eso si, antes quería “destrozar” la cinta ya que me resultaba curioso ver los datos que facilitaba la pantalla en cuanto al tiempo, calorías, vueltas, etc... ya que la máquina aunque fuesen de uso profesional no estaba diseñada para correr durante horas. No es que la cinta no aguantase horas y horas de uso ya que para eso era bastante fiable, la cuestión era que la pantalla que facilitaba los datos estaba diseñada para un uso no tan intenso como el que yo le daba.

La máquina empezaba contando minutos y segundos de uso y cuando llegaba a los 99 minutos y 59 segundos empezaba a contar solo en minutos y no en horas. Otra cosa que me hacía gracia era que en la pantalla salía como una especie de pista de atletismo hecha con puntitos que simulaba por donde ibas. Cada vez que dabas una vuelta había un contador que registraba las vueltas. Cada vuelta era de 400 m. Alguna vez ya había dado 75 vueltas que eran 30 Km y quería ver que pasaba al llegar a las 100 vueltas (35 Km) dado que en el contador solo tenía espacio para dos dígitos. Tenía curiosidad en que ocurría al llegar a las 100 vueltas (40 Km). Era una tontería, pero esas cosas me entretenían...

La cosa era que aunque intentaba pasar desapercibido y me ponía al final de todas las cintas en el lugar más discreto, cuando ya llevaba un tiempo acudiendo al gimnasio, la gente se percataba. No es que nadie me dijera nada, no hacía falta, lo veía. La gente que utilizaba la cinta al lado mío caminaba o corría entre 10 minutos y 30 minutos. Algunos la usaban sobre 1 h pero no era lo habitual. Había días en los que yo estaba casi tres horas seguidas corriendo al mismo ritmo. En ese tiempo, lo normal es que utilizasen la cinta de al lado mío una media de entre 6 personas.

Mientras entrenaba intentaba mantener la velocidad de 11 Km/h y ponía una inclinación de un 1 % para simular correr en el exterior. Había semanas en las que iba seis días al gimnasio por lo que prácticamente conocía de vista a todo el que acudía habitualmente. Aparcaba la moto en la puerta, entrenaba, me daba una buena ducha y luego me iba a casa. Un día, otro, otro... sin apenas perder tiempo.

El día 15 me dio por pesarme ya que hacía meses que no lo comprobaba. Quería ver si todo estaba igual que tiempo atrás. Pesaba 72,1 Kg, todo estaba en orden y podía seguir entrenando sin preocupaciones. Esa misma mañana por trabajo, me tuve que desplazar a Palma. Cuando regresaba a casa me compré otras zapatillas nuevas para correr ya que las que tenía no les quedaba mucha más vida. Me gustaba ser previsor y tener unas zapatillas nuevas para cuando las viejas fallasen poderlas cambiar.

Pero resulta que desde hacía un mes, en la tienda no había el mismo modelo de zapatillas que yo usaba, por lo que no tuve más remedio que comprar otras. Así que aunque mis zapatillas siguieron siendo Asics, el modelo que compré se denominaba Gel Sonoma 2. Estas zapatillas eran un modelo inferior al que venía usando desde hacía años por lo que no estaba muy convencido de su adquisición. De momento eran provisionales (ya que no me quedaba otra opción). Solo esperaba que al utilizarlas no tuviese ningún tipo de molestias por cambiar de zapatillas.

Para finales de mes (el día 25) compré un billete de avión para ir a ver a mi hija. Me hacía ilusión ir a verla pero tenía que controlar los gastos ya que también estaba esperando el “hachazo” del abogado que me iba a dejar temblando, Pero pensé que mi hija no tenía que pagar las consecuencias y que no era justo para ella el no verme. Ese mes solo iba a poder verla seis días pero la idea era quedarme hasta el 8 de abril y así podría tenerla 7 días más en el mes de Abril. Aunque no era el mejor momento tenía que hacerlo.

En la tercera semana de entrenamiento en el gimnasio me propuse correr a una media de 11 Km/h para ver si me fatigaba con el paso de los días. Respiraba casi siempre por la nariz excepto alguna inhalación o resoplido que soltaba por la boca. Al final de la semana no corrí muchos días ya que fueron 5 pero fueron intensos. La media bajó poco más de los 11 Km/h. Aquí lo podéis ver:

Día 13: 25 kilómetros en 136 minutos (2 horas y 16 minutos).

Día 14: 25 kilómetros en 136 minutos (2 horas y 16 minutos).

Día 16: 25,6 kilómetros en 140 minutos (2 horas y 20 minutos).

Día 17: 33,1 kilómetros en 180 minutos (3 horas).

Día 19: 21,5 kilómetros en 112 minutos (1 hora y 52 minutos).

5 Días : 130,2 Km y 704 minutos (11 h y 44 min).

La cuarta semana la empecé con ganas ya que hasta el jueves tenía que trabajar y el sábado volaba a Zaragoza. La idea era entrenar hasta el sábado por la mañana (ya que volaba por la tarde) y el domingo quería descansar. Luego iba a tener 18 días seguidos de vacaciones en los que me podría relajar. El último día que trabajaba (jueves noche) organizamos una cena informal en el trabajo que estuvo bien. El viernes a mediodía cuando me desperté ya estaba de vacaciones y me encontraba relajado. Llovía y decidí ir al gimnasio andando ya que tenía tiempo.

El sábado antes de volar ya había cumplido mis objetivos y no iba a hacer nada más que no fuese descansar de entrenar hasta el lunes. Esa semana había corrido 132 Km en 6 días, cada entrenamiento hice 22 Km en 2 horas y lo cierto es que ya empezaba a estar cansado. Aquí si que clavé la media de 11 Km/h con un tiempo total de 720 minutos (12 horas).

El sábado por la tarde iba a recoger a mi hija. No se quién de los dos tenía más ganas de ver al otro. Por un lado, cada vez que la veía la encontraba más grande y sentía no poder verla crecer a diario. Me hubiera gustado no darme cuenta de esos pequeños cambios pero al no estar con ella los notaba. Por otro lado siempre que la veía le llevaba un detalle (llámese muñeca), ya que cuando uno es pequeño espera con ilusión que se acuerden de él. Por lo menos cuando yo era pequeño esperaba esas cosas.

La última semana del mes en cuanto al entrenamiento duraba 5 días. El grueso de los kilómetros ya estaba hecho y solo tenía que hacer 60 Km más para conseguir llegar a los 500 Km y terminar el mes. Podía permitirme el lujo de descansar de correr varios días y así lo hice. El resto de días entrené con normalidad y finalmente llegué al objetivo que me había propuesto.

De los días 29 al 31 hizo buen tiempo y por las tardes al llegar a casa mi hija y yo aprovechábamos para practicar con su bicicleta en un parque que hay cerca de casa. El día 30 le llevé la bici hasta el cole para que regresara pedaleando mientras yo lo hacía andando. Después de haber jugado una hora al salir de clase nos pusimos en marcha. Nos costó porque fuimos dando un paseo, pero la verdad es que me dejó impresionado la energía que tenía.

Había hecho 3 Km en bici y no se quejó en ningún momento. Además por la mañana había tenido gimnasia. Normalmente se dormía entre las 22:15 h y 22:30 h, ese día se durmió a las 21:30 h.

MARZO 2017

Día 1: miércoles, trabajo noche, PA (Pesas y Abdominales) y carrera 21,4 Km.

Día 2: jueves, carrera 21,6 Km.

Día 3: viernes, PA y 21 Km.

Día 4: sábado, descanso.

Día 5: domingo, PA.

Día 6: lunes, PA y carrera 30 Km.

Día 7: martes, trabajo mañana, PA.

Día 8: miércoles, trabajo mañana, PA y carrera 30 Km.

Día 9: jueves, trabajo mañana, PA y carrera 15 Km.

Día 10: viernes, trabajo tarde, PA y carrera 20 Km.

Día 11: sábado, trabajo noche, 23,6 Km.

Día 12, domingo, trabajo noche, PA.

Día 13: lunes, PA y carrera 25 Km.

Día 14: martes, carrera 25 Km.

Día 15: miércoles, descanso.

Día 16: jueves, PA y carrera 25,6 Km.

Día 17: viernes, PA y carrera 33,1 Km.

Día 18: sábado, trabajo mañana, PA.

Día 19: domingo, trabajo mañana, PA y carrera 21,5 Km.

Día 20: lunes, trabajo tarde, PA y carrera 22 Km.

Día 21: martes, trabajo tarde, carrera 22 Km.

Día 22: miércoles, trabajo noche, PA y carrera 22 Km.

Día 23: jueves, trabajo noche, PA y carrera 22 Km.

Día 24: viernes, PA y carrera 22 Km.

Día 25: sábado, carrera 22 Km.

Día 26: domingo, descanso.

Día 27: lunes, descanso.

Día 28: martes, PA.

Día 29: miércoles, PA y carrera 20 Km.

Día 30: jueves, PA y carrera 20 Km.

Día 31: viernes, PA y carrera 17,4 Km.

La actividad física que realicé repartida por semanas fue la siguiente:

- Semana 1: PA 3, carrera 3, total 64 Km.

- Semana 2: PA 6, carrera 5, total 118,6 Km.

- Semana 3: PA 5, carrera 5, total 130,2 Km.

- Semana 4: PA 4, carrera 6, total 132 Km.

- Semana 5: PA 4, carrera 3, total 57,4 Km.

TOTAL MES 31 DIAS: 22 PA y 22 CARRERAS (502,2 Km)