130-EL ORIGEN. EL DESPERTAR DE LA FUERZA
HORA DE ESPABILARSE
Javier Sanmartín Soler


Para que se cumplan nuestros deseos tenemos que arriesgarnos, ser valientes y ambiciosos. La ambición no tiene que ser mala y tiene que ser entendida desde la perspectiva de la superación. El esfuerzo tiene que ser proporcional a lo que deseemos. No hay esfuerzos pequeños para lograr grandes sueños. Si conseguimos cambiar nuestra visión, nuestro interior también cambiará. A nadie le gusta arriesgarse sin más y exponerse a un peligro gratuito. Precisamente por eso nos da miedo lo desconocido y lo que no podemos controlar. La vida está llena de riesgos, unos los podemos escoger voluntariamente y otros no. Aprender a correr riesgos nos empuja a lo desconocido y fortalece nuestra confianza.
Tener una posición cómoda en nuestra vida hace que estemos relajados y eso no es malo. Todo el mundo tiene derecho a relajarse de vez en cuando, pero la relajación excesiva no es buena. Siempre hay que mantener una cierta tensión y no conformarnos con lo que tenemos, si sobre todo queremos hacer cosas. Cualquier esfuerzo requiere un precio. Para hacer grandes cosas y explorar los límites de nuestro potencial debemos salir de nuestra zona de confort. En la vida pocas cosas hay seguras y el éxito depende de numerosos factores, pero desde luego el que no se arriesga nunca conseguirá nada. Hay que tener presente que en cualquier momento las condiciones de vida de cada uno de nosotros pueden cambiar, por lo que no hay que tener miedo a los cambios. Los cambios también pueden traer nuevas oportunidades.
Una vez escuché que “uno se labra su futuro desde los 20 años a los 35 años” y es cierto que es un periodo muy importante en la vida de cada persona, en el que pasan cosas importantes. Pero es una frase hecha que ahora no me parece del todo completa, porque a partir de los 35 años la vida también continúa. Soy de las personas que piensan que el futuro de cada uno, se labra en cada momento y en cada instante, sin que la edad sea un factor tan determinante. ¿O que pasa que una persona con 36, 40 o 80 años no puede ser capaz de cambiar ciertas cosas, hacer algo diferente, nuevo, trascendente o importante?.
Lo cierto es que con la edad hay cosas que da mas pereza realizar sobre todo si no tenemos ciertos hábitos. Pero muchas veces es más cuestión de mentalidad, motivación, fuerza de voluntad, esfuerzo y de querer cambiar. ¿Un verdadero guerrero pensáis que deja de pelear cuando termina la batalla, o que deja de luchar porque ha recibido una herida?. El guerrero vive toda su vida luchando y si tiene que morir lo hace de la única forma que conoce: peleando.
En Julio no vi a mi hija en todo el mes y me costó bastante. Entrenar fue mi vía de escape, mi desahogo y mi manera de recordarla. El tiempo de luto ya había terminado por lo que pude hacer lo que me gustaba. Al terminar el mes había corrido un total de 609 Km, lo que suponía un 50% más de los 400 Km que llevaba haciendo de media los meses anteriores. Esto suponía que cada dos días entrenados recorría un maratón. La isla de Mallorca media poco más de 90 Km de longitud por lo que me resultaba divertido pensar que aún había hecho unos cuantos kilómetros dentro de la isla al cabo del mes.
Corría a un ritmo aeróbico pero hacerlo tampoco era sencillo ya que lo hacía en cualquier circunstancia. Lo que antes entrenaba en una semana, ahora lo podía hacer en solo 5 días y lo siguiente que estaba pensando era que como podía hacerlo en 3 días. Lo mejor de todo es que además estaba convencido de que podía conseguirlo. Diariamente veía que iba avanzando aunque fuera despacio y que mi cuerpo podía asumir mayores entrenamientos. Lo siguiente era superar la barrera de las 100 millas (160 Km) entrenando en una semana y después llegar a los 200 Km semanales. Pero esas distancias ya eran palabras mayores y no todos lo corredores pueden hacerlo. A lo mejor estaba siendo demasiado optimista pero en ese momento esa era mi ilusión. Ya veríamos en que quedaba la cosa.