12- EL COMIENZO

LAS PRIMERAS CARRERAS QUE HICE

Javier Sanmartín Soler

Cuando ya había completado una media maratón y dos maratones mi cuerpo quería correr más. Así que buscaba nuevos retos. De esa manera encontré una carrera que se llamaba “100 Km pedestres Villa de Madrid”.

La primera vez que corrí esta prueba fue a finales del mes de marzo en el año 2008 y quería ver que clase de carrera rara era ya que no tenía mucha idea de lo que era el ultra fondo. La carrera consistía en dar vueltas por un trazado urbano de 10 Km y a partir del kilómetro 50, en cada vuelta uno mismo decidía si quería continuar hasta completar un máximo de 100 Km. El tiempo límite era de 11 horas para terminarla. Además era la excusa perfecta para pasar el fin de semana con mi familia y unos amigos que me acompañaron.

Sabía que no tenía posibilidades de acabar la prueba ya que era principiante en este tipo de carreras y mi único objetivo era ver lo que podía hacer ya que las carreras del tipo maratón se me quedaban pequeñas. Cuando digo esto del maratón no es que lo considere una carrera inferior ya que es una excelente prueba de fondo al igual que la media maratón y son buenas carreras que nos pueden servir para medir nuestro estado de forma.

El problema reside, según mi opinión en que en la actualidad este tipo de carreras están masificadas y las corren miles de personas, por lo que pierden parte de su encanto por lo menos para mi.

Se supone que el maratón era algo que solo lo podían correr unos pocos o eso creía yo de pequeño. Lo que está claro que antes no corría tanta gente y ahora las pruebas de este tipo se han hecho populares en todos los rincones del planeta. De hecho en la actualidad mucha gente, en la lista de tareas pendientes tiene correr un maratón a lo largo de su vida.

Bueno, el tema es que estaba buscando nuevos retos y aquí solo se inscribían unas 100 personas y solo la finalizaban unas 20. Eso era justo lo que buscaba. Eran las 06:55 h de la mañana y estaba a punto de comenzar la carrera en su vigésimo segunda edición. Realmente estábamos pocos participantes en la línea de salida comparado con otras carreras a las que ya estaba acostumbrado a asistir. Aquí la mayoría de la gente se conocían y se saludaban. Yo no conocía a nadie, era el novato pero tampoco era el único ya que pude observar a otros que estaban allí igual que yo.

Antes de comenzar la carrera la mayoría de los participantes se amontonaron en la salida, cosa que me hizo gracia ya que estábamos unos 80 participantes y la carrera duraría 11 horas. Yo me quedé atrás. Estaba claro desde el principio que nadie tendría ningún miramiento por los novatos pero a mi eso me daba igual. Comenzó la carrera a las 07:00 h, estaba amaneciendo y aún hacía frío pero eso no pareció importarle a muchos de los corredores que corrían con camisetas de tirantes y pantalón corto.

Los primeros kilómetros me dejé llevar por otros corredores y noté que el ritmo era fuerte por lo que tuve que reducirlo y ajustarlo en varias ocasiones para encontrarme a gusto. En mitad del recorrido a los 5 Km había un avituallamiento que ni siquiera miré y seguí corriendo. Los avituallamientos se encontraban cada 5 km, había uno a mitad del recorrido y otro en la línea de meta, por lo que pronto podía reponer energías. Pero por el momento era demasiado temprano.

El primer paso por la línea de meta a los 10 Km fue rápido para mi debut e hice un tiempo de unos 50 minutos. Sabía que era un ritmo elevado para mi, pero no me encontraba mal así que decidí continuar con él. La segunda vuelta y la tercera fueron parecidas ya que aún estaba fresco, de vez en cuando iba tomando geles energéticos que eran como un “plus” de energía. Pero no me gustaba abusar de ellos ya que mi cuerpo no estaba habituado a ellos. La cuarta vuelta ya fue distinta, llevaba más de treinta kilómetros encima y empezaba a notar que mi rendimiento iba decreciendo. Cuando finalicé la cuarta vuelta mi ritmo había bajado y esa vuelta ya me costó una hora.

Llevaba 40 kilómetros y nunca había corrido más de 42 Km, iba más despacio de lo que solía correr en un maratón ya que quería reservar energías para más adelante. En el kilómetro 45 empecé a tener problemas intestinales ya que la noche anterior me puse “morado” de comer comida oriental para cenar de la que no estaba totalmente acostumbrado y mi cuerpo se empezaba a quejar.

Al quinto paso por la línea de meta mi rendimiento digamos que no era ya bueno y me costaba intentar mantener un ritmo normal por lo que poco a poco fue decreciendo. Mi familia y mis amigos estaban en la línea de meta y ya no me quedaba mucho fuelle. No quería preocuparlos en exceso y les dije que daría otra vuelta más.

A mitad de la quinta vuelta mis molestias intestinales aumentaron y necesitaba con urgencia ir al servicio. "Menudo desastre" pensé. Además me empezaban a doler los pies de correr. Cuando crucé la línea de meta a los 60 Km le dije a un juez de la prueba que ya no iba a continuar y tuve que ir a toda prisa al baño.

Cuando me duchaba ya me volví a encontrar bien de nuevo y pensé que podía correr un rato más, pero la verdad es que ya era tarde y no podía hacerlo. Al salir estaba mi familia y mis amigos esperándome. Juntos nos volvimos a casa. Había corrido 60 Km por asfalto en 5 horas y 40 minutos. Con los días y tras pensar en la carrera, lo que había salido bien y lo que había salido mal las conclusiones que pude sacar de ella fueron las siguientes:

  • La noche anterior a las carrera debí vigilar un poco más la alimentación que debía tomar y no comer por comer cualquier cosa.

  • Tenía que entrenar más para acostumbrarme a correr durante más tiempo y retrasar la fatiga.

  • También debía trabajar el plano mental para acostumbrar a mi cuerpo a sufrir un poco más ya que me había rendido pronto sin pelear lo suficiente.

Pero para ser la primera vez que había corrido una prueba de ese calibre las cosas no habían salido del todo mal. En general podía decir que estaba satisfecho de como había ido. Estaba empezando a correr de verdad y tenía que aprender.