11-LA RESPIRACION
EL PRINCIPIO DE LA VIDA
Javier Sanmartín Soler


Algunos llaman a la respiración el principio de la vida, ya que se la considera el puente entre el cuerpo físico, el estado de ánimo y la mente. Es puro Zen: “coge nada para llenarnos de todo”. Es ritmo, armonía y dentro del caos es orden.
Una persona puede estar horas sin comer, beber, dormir... pero no puede dejar de respirar mas de tres minutos. Respirar es una función vital, pero la mayoría de las personas no suelen ser conscientes de que respiran. Sin embargo para un corredor este fenómeno debe convertirse en un proceso consciente ya que dominándola le permitirá poder explotar el potencial físico que hay en su cuerpo.
Si el motor de nuestro cuerpo es el corazón, el oxígeno es el combustible que necesitamos para poder realizar cualquier tipo de ejercicio. Debemos optimizar la respiración, para conseguir tener un suministro eficiente de oxígeno y poder realizar actividades físicas con garantías. Controlar la respiración y saber relajarse ayudan a optimizar el rendimiento deportivo y benefician nuestra vida en general.
La respiración es un proceso vital de todo ser vivo, que consiste en un intercambio de gases. La entrada de oxígeno al cuerpo se llama inspiración o inhalación y la salida del dióxido de carbono del cuerpo se llama espiración o exhalación. Este intercambio de gases se produce en los pulmones.
El aire entra en los pulmones donde se produce el intercambio gaseoso entre alvéolos y glóbulos rojos. Y cuanto más entrenemos más rápida será esta difusión (es una de las adaptaciones fisiológicas que produce el entrenamiento en nuestro organismo).
La respiración es regulada involuntariamente por el cerebro. Nariz, boca, tráquea, pulmones y diafragma forman el aparato respiratorio. El diafragma es un músculo que divide el tórax y el abdomen y es uno de los elementos más importantes a la hora de controlar la respiración.
Un pulmón tiene una capacidad de unos 5 litros de aire, que no quiere decir que cada vez que respiremos sea esa la cantidad de aire que entre o salga, ya que es bastante menor. La capacidad de los pulmones no se puede aumentar de ninguna manera pero sí su eficiencia en la respiración ejercitando los músculos respiratorios (principalmente el diafragma). Para aprovechar nuestra capacidad pulmonar existen varios tipos de respiración. Los principales son dos:
La respiración abdominal o diafragmática. Es la más común y hay que centrarse en el abdomen. Al inspirar el abdomen se hincha y el diafragma baja cuando entra aire en los pulmones. Al espirar el diafragma sube y notaremos que el estómago desciende.
La respiración intercostal o pulmonar. Que involucra los músculos intercostales externos y se identifica por el movimiento del tórax. Al inspirar la caja torácica se mueve hacia arriba y afuera y al expirar se mueve hacia adentro y abajo.
Y así con todo esto la forma de respirar al correr debe ser la siguiente:
Debemos mantener una respiración combinada de las dos formas explicadas anteriormente. Utilizaremos la nariz como acceso del aire al organismo (ya que es más sano que la boca), siempre que nos sea posible (si esta manera nos resulta complicada el aire lo cogeremos con la boca), ya que de esta manera nos aseguramos de que éste llega filtrado, humedecido y con una buena temperatura a nuestros pulmones.
Si tenemos problemas de respiración mientras corremos debemos bajar el ritmo de carrera y poco a poco encontraremos nuestro ritmo adecuado.
Hay que mencionar que en deportes como el Pilates la respiración es uno de los principios clave. Correr habitualmente nos permitirá controlar de una forma más eficaz la respiración y esto se traduce en una mejora sustancial para nuestra vida cotidiana.